Esta semana vamos con un poco de geopolítica con vista a largo plazo. Y es que aunque existe toda una corriente periodística que intenta hacernos creer que el fin de la hegemonía de EEUU está próximo, en demetrio de otras potencias como China, en esta misma newsletter, ya explicamos hace meses, como afirmar esto era pura especulación, más cimentada en deseos que en hechos.

Hoy, sin embargo, veremos un país que tras arrastrar más de 200 años de penurias, invasiones y colonizaciones, está a punto de experimentar una verdadera explosión, tanto en términos económicos, como sociales. Si en el futuro será primera potencia o no, es algo para lo que todavía tendremos que esperar décadas, pero lo que es innegable es su potencial de crecimiento desde el momento presente. Hoy hablamos de La India.

Hace 250 años, La India era una región próspera, con tierras fértiles y ubicada estratégicamente en una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Sin embargo, la invasión británica y el control colonial sumieron al país en la pobreza. Por si esto fuera poco, los colonizadores ingleses introdujeron el virus del identitarismo territorial -¿nos suena esto con algunas regiones de España?-, lo que a la postre llevó a La India a estar fragmentada en diversos reinos.

En consecuencia, los británicos aprovecharon esta división, estableciendo un dominio con puño de hierro que duraría hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

Ya en 1947, y tras conseguir la liberación del país, La India estaba sumida en la más absoluta ruina, la falta de inversión en tecnología e infraestructura por parte de los británicos -más allá de su famoso ferrocarril- dejó a la India en un estado de desventaja. La dependencia de la mano de obra en lugar de la mecanización y la industrialización limitó el crecimiento económico.

A todo esto, no ayudó que una vez libres, su gobierno empezara a copiar las políticas económicas de sus vecinos; la URSS y la China de Mao Tse Tung. La falta de experiencia por parte de los tecnócratas indios en altos puestos ejecutivos, así como la nacionalización de sus sectores estratégicos, sumieron al país en una profunda situación de corrupción y pobreza.

No obstante, y desde la llegada de empresas estadounidenses durante los años 90, la situación ha cambiado drásticamente, y hoy ya son la 5ª potencia económica mundial (en términos de PIB).

Así pues, y con muchos desafíos que enfrentar, estos son los dos motivos, que nos hacen pensar, que en términos económicos y sociales, La India tiene un futuro prometedor.

Situación demográfica: A día de hoy, ya es el país más poblado del mundo por delante de China, pero a diferencia de sus vecinos, con una población joven, y sin colapsos en su pirámide poblacional, al menos en un plazo de 30 años.

Sector tecnológico: Por otro lado, La india ha apostado por formar a una gran cantidad de informáticos y empleados del sector IT fundando varias universidades y centros tecnológicos aprovechando que la mayoría de su población habla inglés, y de la mano de inmigrantes que se habían formado en EEUU.

De esta forma, se ha convertido en una auténtica fábrica de ingenieros que proporcionan una mano de obra muy barata a las empresas tecnológicas de todo el mundo para el desarrollo de software. Tanto es así, que el sector informático ya representa el 8% del PIB de La India con unos ingresos de 194 mil millones de dólares y 4.5 millones de personas empleadas

Pero es que además, es un sector que año tras año no deja de crecer, y de hecho, una gran aspiración de jóvenes de todo el país es convertirse en ingenieros tecnológicos. No en vano, si vemos algunos de los CEOs de las grandes compañías tecnológicas mundiales como Microsoft (MSFT), Google (GOOGL) o Adobe (ADB) son indios.

Con todo, a día de hoy, la India ya es el país número 63 del ranking Doing Business, que mide la facilidad para hacer negocios en los diferentes países, y subiendo. Es cierto que esta posición todavía puede parecer baja, pero hace tan solo 8 años, en 2015 apenas clasificaban en la posición número 140.

Además, sus datos de crecimiento anual son incontestables con una tasa anualizada del 6% desde principios de los años 90.

Solo el futuro dirá si acabará siendo la primera potencia mundial o no, y todavía son muchos los retos a los que se tendrá que enfrentar, pero su tendencia creciente es imparable.

Por ende, si nos apetece diversificar ligeramente nuestra cartera de inversión, empresas como Reliance Industries (RELIANCE), UltraTech Cement (ULTRACEMCO) o Bajaj Finance (BAJFINANCE) de la India, ya cotizan en máximos históricos. Y si no queremos complicarnos tanto, el ETF iShares MSCI India UCITS ETF USD (Acc) (QDV5), replica el movimiento del Fifty 50, su índice de referencia.