Hace unas semanas dimos una mala noticia, no solo para el aficionado español al fútbol -que también-, si no para la economía en general. Y es solo otro indicador más de que como país, no estamos yendo por el buen camino

Cómo anunciamos, las estrellas de fútbol ya no quieren venir a jugar a España debido a la enorme presión fiscal que tienen que soportar. Estamos hablando de, en muchos casos, más del 50%, solo en IRPF.

Así pues, lejos quedan los equipos con nombres como Ronaldo, Figo, Beckham, o más recientemente Messi, C. Ronaldo o Iniesta. ¿Dónde están esas grandes estrellas, las que estaban llamadas a reemplazarlos? Pues lo cierto es que existir, existen, solo que ahora prefieren otros países, con mejor trato fiscal sobre sus ingresos.

De hecho, podríamos decir que las dos últimas grandes estrellas que juegan en España son Modric y Robert Lewandowski, y ambas cuentan ya con más de 35 años. Quizás por este motivo, la afición al fútbol está cayendo entre los más jóvenes. Ya no tienen ídolos con los que soñar.

Sin embargo, y como siempre digo tenemos que ver el aspecto positivo de estas mal dadas. Y es que resulta que prácticamente la mayoría de grandes clubes europeos cotizan en bolsa, algo que en España, nos puede llamar la atención, pero es cierto.

Por tanto, el hecho de que ya prácticamente ninguna estrella quiera jugar en España, significa que juegan en Europa, y si juegan en Europa, sus equipos cotizan en bolsa, por lo que podremos comprarlos, y llevarnos parte del pastel de beneficios que generarán cuando se den las grandes citas.

Así pues, si atendemos, por ejemplo, a la facturación que genera el campeonato de Champions, hoy se sitúa por cuenta de los 3.000 millones de euros, y esta no ha parado de crecer con el paso de los años. Tanto es así que a día de hoy, ya es del doble de la de hace tan solo 7 u 8 años (2014 - 2015), cuando se situaba en los 1.500 millones.

Hasta ahora, los equipos españoles se llevaban una buena tajada, pues si atendemos a la última década y media, Madrid y Barcelona, se han repartido 9 de las últimas 17 Copas de Europa, con los ingresos que ello suponía, claro.

Pero ahora hagamos un pequeño análisis a futuro. ¿Es posible que los equipos españoles, principalmente Madrid y Barcelona sigan ganado, o llegando lejos en las competiciones europeas? Sí, por supuesto. Gestas siempre se han visto en este deporte, y más con clubes del peso histórico de estos dos.

Pero sin estrellas, es de recibo reconocer que les será mucho más difícil. El Real Madrid todavía ha estado aguantando el tipo, pero el FC Barcelona por ejemplo, desde que ganara su última orejona, allá por 2015, solo ha sido capaz de llegar a semifinales una vez, y ya hace cuatro años de esto. Sin duda, el futuro de los clubes españoles no es esperanzador. Y por supuesto, no hablemos ya del resto de clubes.

Con todo, este particular análisis viene a decir que quizás sea momento de estudiar en qué equipos juegan esas nuevas grandes estrellas para ver si podría ser de recibo estudiar entrar como accionistas.

Por ejemplo, equipos como el Ajax de Amsterdam (AJAX.AM) o el Manchester United (MANU), son dos ejemplos de equipos participados.

De hecho, muchos de estos clubes vivieron su particular época de esplendor durante las décadas de los 2000-10. Tanto fue así, que se llegó a crear en el año 2002 un índice exclusivo que los aglutinara: El Stoxx Europe Football. No obstante, el mismo dejó de existir en 2020, tras la crisis del Coronavirus, cuando los beneficios de todos los clubes -con salarios astronómicos- se fueron a pique.

Por último, España también hizo un pequeño experimento cuando en 2021, los fundadores de FacePhi (FACE.MC), sacaron a cotizar en bolsa el CF Intercity, un equipo de 2ªB de la ciudad de Alicante, con claras aspiraciones de llegar en 4 - 5 años a primera división, gracias al capital aportado por los accionistas.

Sin embargo, el globo se desinfló antes de que diera tiempo a soplar y de los 1,8 euros/acción que llegó a cotizar, hoy apenas pinta unos miserables 0,16 euros/acción, en una caída como pocas veces vista. Lo que lo convierte en un truño de acción (de hecho, está en mínimos históricos).

En definitiva, puede que los grandes días del fútbol en España hayan pasado, pero ni mucho menos quiere decir que la pelota vaya a dejar de rodar. Tan solo tenemos que localizar a sus estrellas, donde juegan, y ver si ese club cotiza en bolsa, para al menos llevarnos una pequeña parte del pastel