Un año más, y como es costumbre en Eurekers, publicamos las conclusiones del Informe de Liberación Fiscal elaborado por la Fundación Civismo.

Y bueno, ya que estamos a la vuelta de la esquina de las vacaciones, y que hasta septiembre no volverá a haber nuevas newsletters, tengo dos noticias: Una buena y otra mala.

La buena noticia, es que en términos medios, desde ayer has dejado de pagar impuestos para el Estado, y que a partir de hoy mismo, todo lo que ingreses es con lo que vivirás el año entero.

Pero, ¿Y la mala? Ay la mala. La mala es que, en términos medios, en 2023 hemos trabajado más de 200 días, concretamente 209 días, para sostener el Bienestar del Estado. Esto es, más de la mitad de los 365 días, un 57% del año.

Es evidente, ¿Cómo creías que se financiaban los 47.000 derechos sociales que te dicen que tienes de forma gratuita? En fin…

Es por eso que conviene volver a recordar la diferencia entre presión fiscal y esfuerzo fiscal.

La presión fiscal, es esa palabreja que no sirve para nada, más que para despertar la sed de impuestos que tiene el Estado. Es eso que hasta hace muy poco años, decían que estábamos muy por debajo de la media Europea (como si eso fuera malo), y que por cierto, el presidente actual, ya en 2022 la situó tres décimas por encima de la media de la UE, con un 42% del PIB (frente a un 41.7% de la UE) según datos de Eurostat.

Mientras tanto, el esfuerzo fiscal, es lo que pagamos de impuestos, en relación a nuestros ingresos. Y ahí el cuento es bien diferente. Según el Instituto de Estudios Económico (IEE) España tiene un esfuerzo fiscal un 52% superior a la media de la UE, y más de un 60% de las adoradas socialdemocracias centroeuropeas como Suecia, Alemania, Dinamarca o Países Bajos, en la que tanto les gusta mirarse a nuestro políticos.

Sí, puede que en Alemania o Dinamarca en el global se paguen más impuestos, pero es que generan tal cantidad de rentas, que no les supone un esfuerzo relativamente alto. No en vano, estos países copan los primeros puestos del Índice de Libertad Económica.

Mientras tanto, en España seguimos con la cantinela de que paguen los ricos, ricos que por cierto, cada año hay menos.

Y ya para acabar, ¿qué ha pasado con el esfuerzo fiscal por CCAA?

En general, pocas sorpresas. Una vez más País Vasco, Madrid y Murcia se sitúan como las tres autonomías que menos esfuerzo fiscal soportan (descontando Ceuta y Melilla), por lo que ya alcanzaron su liberación fiscal a lo largo del mes de julio

Mientras que como pasó en 2022, Cataluña y Comunidad Valenciana cierran el ranking con un esfuerzo fiscal mayor que la media, lo que hará que aún tengamos que esperar unos pocos días más, para llegar a la ansiada liberación fiscal de 2023.

Con todo, y haciendo balance, en apenas cinco años los políticos actuales -y ya veremos qué pasa tras las elecciones del pasado domingo-, han elevado la presión fiscal más de 6 puntos básicos (en 2018 era de un 35,4%, ahora del 42% del PIB), para igualarnos con Europa.

Estos son los resultados de todos los nuevos impuestos que se fueron anunciando a lo largo de la pasada legislatura. Rara vez un nuevo impuesto es absorbido por las empresas con cargo a margen, y si lo hacen, normalmente solo son los primeros dos años para disimular. Lo normal es que en cualquier compañía, un aumento de los impuestos sobre su actividad o beneficios, lo repercutan al consumo.

En definitiva, por hoy vamos a quedarnos con la buena noticia, y como no me quiero ir de vacaciones de mala leche, y menos aún amargártelas a tí, simplemente te deseo un Feliz día de la Liberación Fiscal, y como siempre, nos vemos a la vuelta del verano.