A mediados de junio de 2021 se vendió el meme del perro de la criptomoneda, Shiba Inu, por cerca de 1.700 Ethereums, o lo que es lo mismo, cuatro millones de dólares. Pero, si un NFT no te da más que la propiedad intelectual (por así decirlo) de un activo, ¿por qué son tan demandados?, ¿Acaso hay alguna trampa de blanqueo que no nos están contando?

Efectivamente, es muy posible que más de 90% de los NFT´s actuales, no tengan más que meros intereses especulativos y de blanqueo de capitales, sin embargo, ante el mundo de la gamificación que se acerca, los NFT´s sí que podrían tener un valor real de fondo. Así pues, para entenderlos un poco mejor, vamos a conocer la curiosa historia de una tribu analfabeta, que hace más de 600 años desarrolló un interesante método monetario basado en la propiedad intelectual.

Nuestra historia comienza hace más de 600 años en la Isla de Yap (actual Micronesia), un auténtico paraíso donde la comida y la ropa de sus habitantes, los yapenses, crecía en los árboles y la vida era relativamente cómoda.

En ese contexto un aventurero llamado Anagumang junto con otros siete navegantes, motivados por explorar los confines de los mares, tomaron una balsa y se lanzaron a la aventura. Después de jornadas de navegación llegaron a la vecina isla de Palaos (a unos 500 kilómetros), y allí además de encontrar un paraje bastante diferente, se dieron cuenta de que había unas extrañas piedras calizas que no conocían en absoluto.

Su dureza y resistencia les llevó a pensar que les podrían ser útiles para la elaboración de herramientas, así que tomaron unos pocos kilos y los llevaron de vuelta a su isla. A su vuelta, todos los yapenses querían atesorarlas, y de esta forma esas piedras (nada exóticas para nosotros) pasaron a convertirse en el dinero de la isla.

Surgieron nuevas embarcaciones para traer más piedra, pero esta vez, empezaron a tallarlas con una particular forma, debían ser redondas y con un agujero en el medio, a las que denominaron “Piedras Rai”. Las había de diferentes tamaños, desde muy pequeñas que cabían en la mano, hasta de más de 2 toneladas de peso. El trabajo de ir a por ellas, tallarlas, cargarlas y traerlas de vuelta era costosísimo, por lo tanto, el valor de las mismas era alto. Y cuanto más grande era la Piedra Rai, mayor era su valor.

Sin embargo, ¿Cómo mover piedras que pesan más de 2 toneladas en un intercambio comercial o como pago en una boda? Realmente la piedra nunca se movía de sitio, estaba literalmente aparcada en cualquier parte de la isla, y por tradición oral, todo el mundo sabía quién tenía su propiedad intelectual (por así decirlo) o quién era el “propietario” de la misma. En caso de pago por una ofrenda, negocio local o donación en una ceremonia, todo el mundo sabía que su “propiedad intelectual” había cambiado de manos, pero la piedra no se movía de lugar.

Hasta existen historias de que Piedras Rai que se perdieron en naufragios, aún tenían mayor valor como medio de pago para los yapenses, ya que fueron las piedras que nunca llegaron a la isla, se dice, que incluso si en estas aventuras alguien moría ahogado, su valor era todavía mayor, y en los intercambios lo negociaban, aunque físicamente la piedra estuviera hundida. Posiblemente estas historias sean ciertas, ya que a pocos kilómetros de la isla, sumergidas, se han encontrado docenas de estas piedras Rai perdidas.

El colapso de esta particular economía basada en la propiedad intelectual de “proto-NFT´s” de piedras calizas daría para otro artículo, pero tuvo que ver con una hiperinflación desatada a finales del siglo XIX por un naufrago irlandés, David O´Keefe, que buscaba poner a trabajar a los yapenses en la explotación del coco de la isla. Como nadie quería trabajar para él, porque tenían lo que necesitaban, empezó a traer con explosivo piedras Rai en cantidades muy abundantes y a dárselas “gratis” a sus ciudadanos (los yapenses), y sin más, la economía yapense implosionó ante tanta oferta repentina de piedras Rai. En ese contexto el marino O´Keefe, consiguió lo que buscaba y muchos yapenses empezaron a trabajar para él, a cambio de oro.

Y de vuelta al presente, aunque actualmente las compra-ventas de NFT´s han caído más de un 90%, porque efectivamente la mayor parte de ellas se hacían por pura especulación y posiblemente blanqueo de capitales, esta historia podría poner de manifiesto que si que existe un valor real detrás de algunos NFT´s, aquellos que estén basado en auténtica exclusividad y trabajo duro para obtenerlos. Por ejemplo, el valor de determinada suma de puntos de experiencia o activos únicos y difíciles de encontrar dentro de juegos interactivos.