Cómo ya es costumbre todos los años, la campaña de Navidad arrancará con el Black Friday, que se inicia en torno a la tercera semana de Noviembre y finalizará tras las rebajas de Enero. Sin embargo, este año es posible que aunque los Reyes sigan siendo magos, podrían llegar con algo de retraso. El origen está en la Covid-19 y la razón principal en la crisis de suministros mundial que ha provocado.

Según el último informe de la tecnológica Salesforce, la campaña de Navidad de 2021 podría llegar a saldarse con hasta 40 millones de pedidos enviados con retraso a sus destinatarios. En cualquier caso, una cifra bastante optimista con respecto a su predecesora, cuando en 2020 hubo un retraso de más de 700 millones de paquetes que llegaron fuera de fecha, prácticamente un 95% más.

Y es que el Coronavirus no solo provoco un cambio en nuestra forma de relacionarnos, sino también en la forma de consumir, lo que disparó el comercio online, algo para lo que la industria global no estaba preparada y menos cuando se venía de un parón mundial tan severo como el de Marzo de 2020.

Así pues, en primer lugar, encontramos la llamada crisis de los chips, es decir, una fuerte escasez de producción de semiconductores, imprescindibles para la fabricación de smartphones, PC´s o cualquier dispositivo electrónico de uso cotidiano. De hecho, en palabras de Pat Gelsinger, CEO de Intel, “Esta campaña de Navidad será el peor momento de todos, pero la escasez no terminará hasta dentro de dos años”. Ante tal panorama, empresas como la taiwanesa TSMC o la propia Intel, están valorando a que empresas van a dar prioridad en el abastecimiento.

En segundo lugar, encontramos la crisis energética que están atravesando todos los países del mundo ante la apuesta rotunda por las renovables, y por ende, la escasez en la extracción de materias primas como el gas o el carbón. Todo ello, está provocando cortes en los suministros eléctricos (en países como China), limitación de la producción, y en suma, precios más altos.

Por tanto, el boom del comercio online, ligado a la crisis de los semiconductores y el encarecimiento de la electricidad, está llevando a que se produzcan cuellos de botella en la distribución internacional de mercancía, lo que ha desencadenado en una tercera crisis, el colapso de la distribución logística internacional. De hecho, no existe oferta de contenedores capaz de atender tal avalancha de ventas online, las cuales se prevé que se acentúen con la llegada de las Navidades. Esto ha desembocado en un encarecimiento histórico del precio del contenedor de 12 metros cuadrados, que ha visto triplicar su precio de los 10.000 $/contenedor a 30.000 $/contenedor.

Evidentemente tal falta de abastecimiento afectará a todos los sectores, desde el textil, hasta la importación de alimentos, pero sin duda, el que peor lo pasará será el de productos electrónicos, ya que aunará las 3 crisis juntas: semiconductores, electricidad y transporte. Tanto es así, que en Sony, marca que el pasado Marzo lanzó la Play Station 5, ha reconocido que habrá retrasos en las entregas de su nuevo producto estrellas, y que dichas demoras, podrían extenderse a lo largo de todo el año 2022.

¿Y ante este panorama de retrasos, escasez y precios altos, podemos hacer algo? La respuesta es afirmativa. Optar, en la medida de lo posible, por el comercio minorista tradicional, el cual supondrá invertir tardes enteras, frente a la comodidad de los dos clicks de Amazon. Efectivamente será más difícil en productos electrónicos, pero aliviará la cadena de suministros global en otros mercados como el textil, juguetero o el de artesanía. Seguramente nos supondrá más tiempo y esfuerzo, sí, pero también vivir la sensación de que los Reyes Magos han llegado a tiempo.