Un banco central es una institución financiera que ostenta el monopolio de la producción y distribución de dinero y crédito de una nación o un conjunto de naciones. En la actualidad, tiene la responsabilidad de definir y llevar a cabo la política monetaria y la regulación del sistema bancario bajo su dominio.

Si bien en España contamos con nuestro propio banco nacional, la soberanía monetaria está cedida y la ejerce la Unión Europea a través al Banco Central Europeo (BCE), institución que dirige la política monetaria de la zona euro. Otro archiconocido banco central es la Reserva Federal de los Estados Unidos de América (FED).

Entre sus funciones principales tenemos:

  1. Emisión de billetes y efectivo, monopolio concedido por el Estado. Esto no quiere decir que los bancos comerciales no tengan capacidad para generar dinero -en determinadas condiciones-, sino que sólo el banco central gestiona la producción del líquido en circulación.
  2. Gestión de la política monetaria. Por el monopolio que ostenta, un banco central se ocupa de gestionar la política monetaria, especialmente relacionada con la creación de moneda, concesión de créditos, los tipos de interés y la inflación.
  3. Regulación del sistema bancario. Gracias a sus prerrogativas, un banco central puede regular el acceso al sistema bancario nacional como sus prácticas, a fin de garantizar su estabilidad.

¿Qué es un banco central y para qué sirve?

Un banco central es la institución financiera que concentra la capacidad para emitir billetes y definir la política monetaria del ámbito territorial que le compete. Aunque su naturaleza podría sugerir que se tratan de instituciones gubernamentales, lo cierto es que no todos los bancos centrales son empresas de titularidad pública, siendo en teoría políticamente independientes.

En cualquier caso, aunque no sean empresas estatalessu privilegio de producción y distribución de la moneda está establecido y protegido por la ley.

Funciones de los bancos centrales

Cada banco central es un mundo, y no todos tienen la misma capacidad de acción, pero por lo general comparten una serie de responsabilidades interrelacionadas que son, esencialmente, sus razones de ser.

1 – Control de la oferta monetaria nacional

Los bancos centrales son los encargados de emitir y distribuir el circulante, como también de fijar los tipos de interés sobre préstamos y bonos. A través de estas funciones pueden tratar de manipular la inflación:

  • Subiendo los tipos de interés por lo general se puede controlar una inflación pujante a costa del crecimiento económico. Esto se conoce en inglés como tapering.
  • Bajando los tipos de interés se estimula el crecimiento, la actividad industrial y el gasto de los consumidores.

Con la gestión de la política monetaria se trata de dirigir la economía del ámbito territorial en el que el banco central tiene competencias, a fin de cumplir los objetivos económicos como el pleno empleo, el control de la inflación o la estimulación del consumo.

2 – Regulación del sistema bancario nacional

Por sus prerrogativas, los bancos centrales tienen la capacidad de regular el sistema bancario del ámbito territorial que está bajo su dominio:

  1. Definen los requisitos de capital y de reservas. Esto se refiere al efectivo que los bancos comerciales deben tener disponible y cuánto pueden prestar a sus clientes.
  2. Definen las garantías de depósito. De este modo se protege a los clientes de la banca privada, ya que garantiza una cantidad máxima de capital en caso de que el banco en el que hayan confiado se derrumbe.
  3. Conceden préstamos y servicios a los bancos comerciales del sistema bancario que gestionan. Estos préstamos se rigen por los famosos tipos de interés, que es el porcentaje de interés que ha de pagar el banco comercial por el dinero prestado.
  4. Administran las reservas de divisas.

3 – Prestamista de emergencia

No debe pasar desapercibido tampoco que los bancos centrales son, en efecto, bancos, y ofrecen los mismos servicios que la banca comercial, si bien suelen operar con los propios bancos comerciales y las instituciones. Es por eso que es un banco al que acudir en situaciones socorridas.

Si bien es normal que la banca comercial solicite préstamos al banco central, este puede intervenir un banco que esté en una situación crítica, haciendo un préstamos excepcional o gestionando su hundimiento para mitigar los efectos y evitar el colapso bancario, como pudo pasar recientemente con el SVB y Credit Suisse.

También puede conceder préstamos a las administraciones, sea a través de préstamos o a través de compra de deuda pública, lo que confiere a los gobiernos una alternativa políticamente atractiva a los impuestos en casos de necesidad.

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