Si hay una palabra que pudiera describir el año 2022, esa sería sin duda, inflación. Así pues, en períodos inflacionarios es común sentir la subida generalizada de los precios, el menor poder adquisitivo, y sobre todo, la pérdida de la capacidad de ahorro.

Pero, ¿Qué es la inflación en la economía?, ¿Qué es lo que la produce?, y sobre todo, ¿Cómo se puede frenar la inflación?. A todas estas preguntas respondemos en el siguiente post.

¿Qué es la inflación?

La inflación es la reducción del poder adquisitivo de la moneda de un país o región comercial (por ejemplo, la UE) que se traduce en la subida generalizada de los precios de los bienes y servicios de dicha economía, sostenida en el tiempo (normalmente un año).

En otras palabras, refleja una disminución en el poder adquisitivo del dinero, una pérdida del valor real del medio de cambio, que fuerza a que las cosas valgan más en la misma proporción que el dinero vale menos.

Para medir la inflación, se pueden usar diferentes índices que muestran la variación porcentual de la “cesta de bienes”. En España, un índice muy común para saber el dato de la inflación es el IPC (Índice de Precios al Consumo). No obstante, desde Eurekers, hemos desarrollado nuestra propia calculadora para medirla.

¿Qué es lo que causa la inflación?

Cuando nos preguntamos por qué sube la inflación, lo cierto es que puede venir tanto de causas originarias de la demanda, como de la oferta.

Inflación de demanda:

Es la clásica inflación de sobrecalentamiento de la economía. Los Gobiernos y Bancos Centrales han tomado la decisión de incrementar la cantidad de dinero que hay en circulación  para estimular el consumo y la inversión. Al haber más dinero, los agentes pueden consumir más, pero como a esa mayor masa monetaria, no le ha dado tiempo a que aumente la capacidad de producción en la misma proporción, ahora los precios de los bienes tienden a valer más.

A este tipo se le conoce coloquialmente por, inflación por imprimir demasiados billetes.

Inflación de oferta:

Esta inflación se produce cuando sube el precio de las materias primas (cobre, petróleo, gas, e incluso bienes perecederos como cereales o soja), lo que hace que los diferentes productores e intermediarios que forman parte de la cadena de valor (minoristas, transportistas, aseguradoras…) suban los precios para mantener sus márgenes de beneficios.

Normalmente, este tipo de inflación suele darse porque no se ha mantenido la inversión, o incrementado si fuese necesario, en la obtención de dichas materias primas. Por ende, al ser ahora su oferta más escasa, es más cara, lo que arrastra esta subida de precios a toda la economía.

Inflación psicológica:

Existen dos tipos de inflación psicológica, y ambos están basados en las expectativas y la incertidumbre

  • Inflación autoconstruida: Este tipo de inflación ocurre cuando se esperan fuertes aumentos de precios en el futuro, y luego se reajustan los precios para que el aumento sea gradual.

  • Inflación generada por las expectativas de inflación (círculo vicioso): Esto es típico en países con alta inflación, donde los trabajadores exigen salarios más altos para compensar los efectos de la inflación, lo que conduce a precios más altos para los empleadores, creando un círculo vicioso de inflación en el que rara vez los salarios llegan a ajustarse a la inflación, lo que deriva en un empobrecimiento progresivo de la población de dicho país.

Este tipo de inflación es muy típica de países con indisciplina monetaria.

Ahora que sabes cuáles son las causas que provocan la inflación, si quieres, puedes saber cuáles son las razones de por qué la inflación no para de subir en los países occidentales.

¿Qué tipos de inflación existen?

Lo cierto es que en función de la magnitud de inflación anual que exista, un 10%, un 100%, o incluso un 1000%, puede clasificarse en tres tipos:

  • Inflación baja: La inflación baja se caracteriza por un aumento lento y predecible de los precios. Si la tasa de inflación anual es de un solo dígito, podríamos pensar que la tasa de inflación es baja. Por ejemplo, a inicios de 2022 los principales países Occidentales, estaban sumidos en procesos de baja y predecible inflación.

  • Inflación galopante: La inflación de dos dígitos del 20 %, 100 % o hasta 200 % por año se denomina «inflación galopante». En este caso, la moneda se deprecia rápidamente, por lo que el público solo tiene el monto mínimo necesario para realizar las transacciones diarias. Un ejemplo sería la inflación que sufrió Argentina, que llegó a experimentar períodos de un 50% o 60% de inflación anual.

  • Hiperinflación: si bien la economía parece haber sobrevivido a la inflación galopante, surge un tercer estrés mortal cuando ataca el cáncer de la hiperinflación. En este caso ya hablamos de una inflación de 3 dígitos a partir del 300% o 400% anual. No hay nada bueno que decir sobre una economía de mercado donde los precios aumentan en un mil por cien al año.

Por ejemplo, desde 2007 a 2022 el bolívar venezolano se llegó a depreciar en más de un millón por cien, por lo que el propio gobierno venezolano tuvo que crear diferentes monedas: el bolívar, el bolívar fuerte, el bolívar soberano y el bolívar digital.

De esta forma, con la calculadora que te ofrecemos en Eurekers podrás medir que tipo de inflación real tiene tu país.

¿Por qué se produce inflación?

Para responder a esta pregunta, antes deberíamos preguntarnos ¿a quién beneficia?

Así pues, si hemos definido la inflación como la pérdida de valor de la moneda de uso corriente (que es lo que fuerza las subidas de precios), podemos afirmar que beneficia a aquellos que más deudas tienen. Esto es debido a que, como el dinero vale menos, una deuda dada, en términos reales, también vale menos.

¿Y quiénes son los principales agentes económicos endeudados? Desde que estallara la última crisis inmobiliaria del 2007, ya no son ni las empresas, ni las personas físicas, son los estados.

Y es que ya llevamos muchos años de déficit, gasto desmedido de las diferentes administraciones públicas y deuda y más deuda. Así pues, la pandemia, supuso un incremento vertiginoso de esta técnica de déficit y deuda, tan viciosa.

Todo esto llevó a una la deuda mundial, a inicios de 2022, del 350% sobre el PIB, es decir, que por cada euro producido se deban 3,5€ (o más).

Y esta es la razón principal por la que se produce inflación; los principales estados del mundo ya no pueden pagar con su dinero las deudas que han adquirido, por lo que otra forma de pagar dichas deudas es con el dinero ahorrado de sus ciudadanos. Si de repente los precios son más altos, las personas gastan más ahorros, lo que permite a los estados recaudar más dinero vía impuestos.

Esta ha sido una práctica muy común en países de baja disciplina económica (como países africanos o algunos países latinoamericanos), que en los últimos años ha empezado a ser adoptada por las principales potencias mundiales.

¿Cómo se puede frenar la inflación?

Existen diferentes formas ya probadas de tratar de frenarla, algunas con más éxito que otras, pasemos a verlas:

Subida de tipos de interés

Esta es la teoría clásica, si los diferentes Bancos Centrales regalan el dinero a tipos de interés muy bajos o directamente cero, es normal que bancos, estados y ciudadanos tiendan a endeudarse.

Una subida de los tipos de interés, encarecería el precio del dinero, lo que reduciría la cantidad de dinero prestado, y por ende, el dinero que hay en circulación.

Esta es una teoría de amplia aceptación, sin embargo, tiene el inconveniente de que al reducir el ritmo al que marchaba la economía, podría producir estancamiento o recesión económica, lo que se traduciría en quiebra de empresas zombies, despidos y mucho descontento social.

Aumento de la reserva fraccionaria

Es muy famosa la frase de que el sistema bancario sigue funcionando por la credibilidad que (pese a todo) seguimos teniendo en él. Si todos los ciudadanos fuésemos a sacar todos nuestros ahorros del banco, estos no tendrían respaldo de billetes con los que atender nuestra petición.

Y es que la reserva fraccionaria o coeficiente de caja, es el dinero que efectivamente cada banco debe tener en caja (en tesorería líquida) con respecto al dinero que dice tener en sus estados financieros.

Desde el año 2012, la reserva fraccionaria de la UE es del 1%, esto quiere decir que por cada 100€ que un banco dice tener de sus clientes, en realidad solo tiene 1€.

De incrementarse la reserva fraccionaria, obligaría a los bancos a guardar más dinero, y prestar menos, por lo que el dinero en circulación se reduciría y con el tiempo, la inflación volvería a controlarse. No obstante, este método también podría causar una recesión económica por los mismos motivos.

Reducción de los impuestos al capital

Es común oír que si se redujeran los impuestos a los consumidores (combustible, energía, alimentos), se mantendría la capacidad de ahorro de los consumidores. Realmente eso no es cierto, porque al reducir esos impuestos, se incentivaría a seguir consumiendo más.

No obstante, si la inflación es un problema de falta de oferta ante el incremento desmedido de la demanda, otra solución sería reducir los impuestos al capital. Este hecho llevaría a crear mayores inversiones incentivadas por estos atractivos fiscales, por lo que con el tiempo la oferta aumentaría y volverían a estabilizarse los precios.

Sin embargo, aunque esta es una medida efectiva, es tremendamente impopular, ya que a las clases medias y clases populares, en épocas en las que apenas puedan ahorrar, no hay nada que les disguste más que ver como a los grandes acumuladores de capital, además les bajan los impuestos

Pacto de rentas

El famoso pacto de rentas, que no es más que una fijación máxima a los salarios. La idea es que si se topan los salarios, muchas empresas obtendrán beneficios extraordinarios que invertirán en aumentar la capacidad productiva, por lo que con el tiempo, al aumentar la oferta, los precios volverán a bajar.

No obstante, esta medida ya ha sido ensayada en varias ocasiones y prácticamente nunca ha resultado funcionar. Más bien todo lo contrario, pues al fijar un máximo al salario de los trabajadores, estos en lugar de comprometerse más con su faena, han sido incentivos a reducir su productividad, o incluso, a abandonar sus empleos.

En definitiva, ahora que ya sabes lo que es y por qué se produce, te dejamos con la calculadora de la inflación desarrollada por Eurekers, para que seas tú mismo quien pueda medir la inflación real del país en el que te encuentras.

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