Llevamos meses con un estancamiento de la inflación en torno al 3%, y no hay forma de bajarla de tal cifra, por lo que, ¿y si los bancos centrales terminan subiendo el objetivo de inflación anual a largo plazo del 2 al 3% porque no son capaces de devolver la inflación al 2%? Pensar en esta hipótesis no debería ser nada disparatado.

La batalla contra la inflación

Bajar el dato de IPC de los dos dígitos era una tarea relativamente «sencilla» para los bancos centrales: bastaba con subir los tipos de la forma tan agresiva que lo han hecho y, siguiendo el guion básico de la teoría monetaria, a los seis meses el dato empezaría a mejorar. Dicho y hecho.1La inflación y los tipos de interés protagonizan el inicio de 2023

El problema viene ahora: la tasa de inflación se ha estancado claramente alrededor del 3%, y los bancos centrales ya han agotado todas las balas que tenían. De hecho, la primera rebaja de tipos, tanto en Europa como en EE.UU., está ya al caer, según se indicó en un principio para junio de 2024.

Recta final: Se podrá llegar al 2% o…

Ese 1% que falta hasta llegar al objetivo del 2% es el más complicado de conseguir. Es la conocida como inflación pegajosa, incrustada en el sector servicios, que le va a costar a Powell y Lagarde sangre, sudor y lágrimas eliminar. O no… si cambian el objetivo del 2% al 3%.

Los principales índices bursátiles occidentales (SP500, DAX o Nasdaq) están en máximos históricos, y todos están cotizando varias bajadas de tipos progresivas a lo largo de este año.

De no darse, «porque hay que seguir combatiendo la inflación» asistiríamos a un severo retroceso en bolsa hacia mediados o finales de año, cosa que no convence a nadie: ni a Estados, que les viene bien la inflación; ni a grandes empresas, que necesitan seguir alimentando sus expectativas alcistas; ni a banqueros centrales, que ya llevan más de dos años de restricción monetaria (mucho más de los esperado); ni desde luego a toda la industria de las Small Caps, que necesitan crédito barato para poder seguir creciendo, ya que re-endeudarse a crédito caro no parece una buena idea.

Un cambio de inflación objetivo a la vista

Con todo, nada garantiza que el objetivo de inflación a largo plazo siga siendo del 2% en un futuro. ¿Quién dice que viendo este panorama lo suben al 3%? (y no en vano, en los últimos tiempos se ha rumoreado mucho sobre esto).

En un principio, restaría bastante credibilidad a la banca central, pero también se ahorraría el esfuerzo de bajar la inflación al 2% -evitando todo el mal trago que ya hemos hablado-  y, además, como lo disfrazarían de buena idea para dinamizar la economía (el objetivo de estabilidad de precios hace tiempo que dejó de importarles), pues igual quedaría hasta bien.

Con todo, si este escenario empieza a materializarse en el futuro, muy atentos al sector tecnológico y Small Caps. Llevamos más de dos años y medio, donde las blue chips y las conocidas como 7 magníficas han marcado el tempo, pero en dicho escenario de bajadas, las small caps podrían volver a resurgir con fuerza.