El oro es un metal precioso de color amarillo, brillante, altamente maleable y dúctil. Desde la antigüedad ha tenido un papel fundamental en la economía, y se ha utilizado para acuñar moneda y en la industria joyera y electrónica, por sus propiedades, su rareza, su belleza y su condición de conductor de la electricidad, lo que lo convierte en una de las materias primas más importantes del mundo.

En la actualidad, el oro es uno de los activos refugios más conocido. Los inversores suelen adquirir como protección contra la inflación, la devaluación de la moneda y las incertidumbres económicas, dada su histórica preservación de valor a largo plazo.

¿Qué es el oro? Definición y papel en las inversiones.

El oro es una de las materias primas más importantes del mundo y uno de los activos refugio más conocido. Tiene una importancia histórica y económica profunda, y cuenta con unas propiedades que lo han hecho vital en muchas industrias, como la joyera o la electrónica. Además, fue durante mucho tiempo el valor fiduciario principal de muchas economías.

El oro es un activo refugio conocido por su histórica preservación del valor a largo plazo, al que muchos inversores acuden en contextos de incertidumbre económica: crecimiento de la inflación, devaluación de la moneda, crisis geopolítica…

Entre sus propiedades más destacadas están:

  1. Maleabilidad y ductilidad: el oro es excepcionalmente maleable y dúctil, lo que lo hace muy fácil de trabajar para realizar piezas de joyería de gran calidad.
  2. Conductividad eléctrica: es un excelente conductor de electricidad, lo que lo hace fundamental en electrónica para conexiones, cableado y componentes de alta precisión.
  3. Resistencia a la corrosión: no se oxida ni se corroe, lo que significa que no pierde brillo ni sufre daños con el paso del tiempo en contacto con el aire o la humedad.
  4. Rareza: aunque el oro es un elemento que está distribuido por todo el planeta, es muy limitado. Siguiendo la Ley de la Oferta y de la Demanda, su escasez lleva a su alto precio.

El oro como activo refugio

El oro es un activo financiero en el que muchos inversores incluyen en sus estrategias de control de riesgo, especialmente en situaciones de crisis. Esto se debe a que:

  1. Su valor es estable a largo plazo: históricamente, esta materia prima ha mantenido su valor a largo plazo, lo que permite su uso como reserva de riqueza.
  2. Sirve de escudo contra la inflación: el oro suele ser visto como una protección en contextos inflacionarios, puesto que su precio suele ser inversamente proporcional al poder adquisitivo de la moneda.
  3. Permite diversificar la cartera como medida de control de riesgo: diversificar la cartera es una de las máximas de cualquier método de inversión que se precie, como el nuestro (que puedes conocer aquí). Su baja correlación con otros activos como acciones o bonos le dota de una resistencia enorme a crisis económicas.
  4. Tiene una alta liquidez: su disponibilidad en el mercado, pese a su escasez, sea adquiriéndolo directamente o a través de activos subyacentes, y su alta demanda, permite que pueda ser comprado/vendido con bastante facilidad en los mercados. Tiene una gran utilidad además en diversas industrias.
  5. Permite protegerse de devaluaciones monetarias: cuando la política de un país o región económica es inestable, el oro sirve como ancla para las inversiones y el poder adquisitivo de los inversores.

La estabilidad de su precio

Hay principalmente dos motivos por los que suele subir el precio del oro:

  1. Inflación: En situaciones de crisis económica, la estabilidad del precio del oro permite proteger el poder adquisitivo y las finanzas de los inversores.
  2. Tensión geopolítica: En tiempos de crisis geopolítica, los inversores tienden a mover sus activos hacia inversiones percibidas como más seguras, o lo que es lo mismo, activos de inversión reales, y no tanto expectativas, como forma de salvaguardar su patrimonio, e incluso batiendo a la propia inflación.

La estabilidad histórica del precio del oro lo convierte en uno de los activos refugios más conocido.

El patrón oro

El patrón oro (gold standard en inglés) es un sistema monetario en el que la unidad de la moneda está vinculada a las reservas de oro del país o entidad que la respalda. En este sentido y bajo este sistema, la moneda emitida por un gobierno o banco central debe ser convertible en oro siempre que el poseedor lo desee. Estas son las principales propiedades de los sistemas bajo el patrón oro:

  1. Estabilidad de precios: este patrón está pensado para dotar de estabilidad a los precios al limitar la emisión de moneda a la cantidad de oro disponible, controlando así la inflación.
  2. Confianza internacional: una moneda sometida a este patrón, emitida por una institución con reservas importantes, está dotada de gran confianza, al proporcionar una tasa de cambio fija y claramente definida.
  3. Limitación de las políticas monetarias: al depender de las reservas de oro, se restringe la capacidad de acción de gobiernos y bancos centrales para imprimir dinero.
  4. Estabilidad cambiaria: promueve la estabilidad cambiaria y reduce el riesgo de devaluación de la moneda, ya que el valor de la moneda está fijado al oro.

Este patrón fue hegemónico en el siglo XIX y en los primeros años del siglo pasado. Sin embargo, las Guerras Mundiales y sus efectos en las economías de las potencias en liza llevaron a abandonar el patrón, ya que se requirió de mayor flexibilidad en la política monetaria. Hoy en día no hay país en el mundo que lo utilice.

Referencias

Diccionario financiero de Eurekers

Por qué el oro importa