Esta semana, la quiebra del SVB (Silicon Valley Bank) ha sido la noticia más sonada en el mundo financiero. Y es que ha desatado un efecto bola de nieve que ha golpeado duramente a numerosas empresas. Principal banco de gran cantidad de empresas y Start-ups disruptivas que forman parte del Silicon Valley, perdió en dos días cerca del 80% de su capitalización bursátil, cuando las acciones pasaron de valer de más de 200$ a menos de 30$, lo que le llevó a declarar la quiebra y ser intervenido por la propia FED.

¿Qué ha causado la quiebra del SVB?

En un contexto de subidas tan altas de tipos de interés, muchos inversores prefieren acudir a la renta fija, la cual les permite generar rentabilidad a sus ahorros, sin apenas riesgo, en detrimento de la renta variable.

Como sabemos, los bancos funcionan con reserva fraccionaria del 1% (o menor en EEUU), por ende, al empezar a retirar gran cantidad de inversores su dinero, y el banco no poder hacer frente a semejante tamaño de liquidez, tuvo que empezar a liquidar algunos de sus activos antes de hora, como su inversión en bonos por valor de 28.000 millones de dólares.

Además, como ello no fue suficiente, emitió una ampliación de capital de urgencia para recaudar 2.300 millones. Sin embargo, fue peor el remedio que la enfermedad: lejos de entrar nuevos inversores, los que aún estaban quisieron salir. En suma, se produjo un efecto bola de nieve, que terminó por descapitalizarlo en apenas 2 días.

¿Qué consecuencias ha tenido?

El dato más alarmante es que quienes no pudieron salirse a tiempo fueron las empresas que tenían altas posiciones de liquidez, superiores al millón o dos millones de dólares, un problema que generó pánico a lo largo de varios días, ya que el Fondo de Garantías de Depósito de EEUU solo cubría las pérdidas en caso de quiebras de los primeros 250.000 dólares, cuando se calculaba que más de 95% de los depositante tenían más de dicho máximo.

Con todo, aunque SV Bank era un banco mediano, llegó a desatar una oleada de pánico ante un posible colapso bancario inminente. No en vano, todas las compañías bancarias del mundo, registraron caídas de entre el 5% y el 15%.

No obstante, ya pasado el fin de semana del pánico, la Reserva Federal anunció que por un lado, rescataría a todos los depositantes hasta el último dólar, fuera cual fuera la cantidad, y por el otro, dejaría caer a sus accionistas y compradores de bonos. Al fin y al cabo, no es lo mismo una persona que simplemente deposita ahí sus fondos para ir tirando de ellos, que alguien que entra en el mundo de la inversión, y sabe perfectamente a lo que se expone.