La deuda es básicamente la obligación que tiene una persona o entidad jurídica de pagar o devolver una determinada cantidad de capital o de mercancías. Si la contrae una persona o empresa se denomina «privada», y si la contrae el Estado se denomina «pública».

¿Para qué sirve la deuda?

Con la deuda, las personas y las entidades pueden conseguir la financiación que necesitan y de la que no disponen para embarcarse o continuar con sus proyectos. En contrapartida, los inversores o prestamistas que conceden el crédito reciben un interés por prestar ese dinero. Este interés dependerá de la capacidad de negociación y la seguridad crediticia de la que disponga el prestatario.

Tipo de endeudamiento

En función del tipo de entidad que asuma la deuda esta puede ser:

  1. Privada: la que adquieren las personas y las empresas en el curso cotidiano de la economía.
  2. Pública: la que adquieren los Estados y sus instituciones.

En función del tipo de cobro de los intereses, los endeudamientos pueden ser:

  1. A descuento.
  2. Por pago periódico de cupones.
  3. Por variaciones en los precio de emisión y cotizaciones.
  4. Convertibles en activos de mayor riesgo sujetos a las fluctuaciones del mercado.
  5. Deuda en forma de futuros u otros derivados.1Aprende más sobre los derivados aquí

La deuda es el motor principal de los mercados y permite su funcionamiento. A priori la palabra puede dar cierto respeto al tratarse de una obligación de pago frente a terceros que, de no cumplirse, supone un grave problema. De hecho, hay quienes para evitar el pago de una deuda realizan lo que se conoce como «alzamiento de bienes», lo cual está tipificado como delito.

Para gestionar la deuda y el riesgo, surgieron instituciones denominadas agencias de rating que tienen la teórica obligación de puntuar y evitar que las personas y entidades puedan adquirir deuda sin que existan pruebas fehacientes de que pueden devolverla en el futuro. Sin embargo, debido a los criterios difusos y su falta de independencia, han adquirido una mala fama y de hecho han protagonizado graves casos de poca credibilidad.