Entre 2008 y 2016, a medida que un mayor número de clientes se ha ido adhiriendo a la banca online y móvil, 48.000 oficinas bancarias europeas han cerrado, es decir, un 20,4% del total.

Solo el año pasado, los bancos europeos cerraron más de 9.000 sucursales y despidieron a 50.000 trabajadores. Según los datos de la Federación Bancaria Europea, desde 1997, el nivel de empleo total en la banca europea es el más bajo.

Y es que desde la crisis de 2008 y con los tipos de interés en mínimos históricos, los bancos se han apresurado en mejorar sus servicios y muchos han optado en digitalizarlos. De esta manera se asientan en las nuevas tecnologías y recortan costes.

La situación en algunas entidades es especialmente delicada. Entre ellos, podemos destacar el banco Sueco Nordea Bank AB que hace un mes llevó a cabo un recorte de 6.000 empleos, que supone más de la décima parte de la plantilla.

El máximo responsable de Nordea Bank, Casper Von Koskull, asegura que "para que los bancos sean solventes, deben tener fortaleza. Y la fortaleza no sólo es el capital, la fortaleza son las operaciones, sistemas y todo lo que se hace”. Su actuación advierte que el banquero que ha perdido su empleo, no lo recuperará.

¿Cuál es la situación en España? Aquí los bancos cerraron 6 oficinas al día en 2016. En los últimos siete años, el sector ha ido experimentando un fuerte cambio. Desde 2008, se han cerrado 17.019 sucursales y 81.575 empleados han perdido sus puestos de trabajo.
Recordemos que en 1983, en España había 31.069 oficinas para una población de 38,2 millones.

Los expertos están convencidos que sólo prosperarán los bancos más ágiles, más avanzados digitalmente y más eficientes.