El pasado sábado, 5 de mayo, se celebró en Omaha (EE.UU) la famosa reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, el conglomerado presidido por Warren Buffett. A este encuentro, conocido como el "Woodstock del Capitalismo", acudieron más de 40.000 personas con el propósito de escuchar al octogenario inversor y tercer hombre más rico del mundo, así como a su socio Charlie Munger.

Entre otras cuestiones, Buffett se refirió a su creciente interés por la tecnológica Apple, empresa de la que Berkshire Hathaway ya es el tercer mayor accionista (en diciembre de 2017, ya acumulaba más de 165 millones de acciones y compró 75 millones más en el primer trimestre de este año).

¿Significa esto que el "Oráculo de Omaha" ha perdido su desconfianza respecto a las tecnológicas, aunque se haya desecho del capital de IBM?

Es posible. Por un lado, afirma que ve a Apple más como una compañía de productos de consumo con una fuerte posición competitiva que como una firma de tecnología, pero también reconoce que es una "empresa increíble" y que le gustaría poseer el 100% de la compañía (actualmente, tiene el 5%).

Además, Warren Buffett admite que se equivocó al no invertir en Amazon ni en Alphabet (Google), porque no entendía cómo obtenían sus ingresos ni cómo pensaban seguir haciéndolo a largo plazo. Dice que fue un error que cometió por el apego a sus viejos principios de inversión y que eso puede significar que ha llegado el momento de actualizar esas ideas.

En concreto, del CEO de Amazon manifestó: “lo que ha hecho Jeff Bezos es casi un milagro”.

Por otra parte, Buffett presentó los resultados de Berkshire Hathaway correspondientes al primer trimestre del año. La compañía anunció unas pérdidas netas por valor de 1.140 millones de dólares, lo cual representa su primer resultado negativo desde 2009 y está causado, principalmente, por la depreciación de sus activos.