En diversas ocasiones, hemos destacado el crecimiento de muchas empresas tecnológicas y las buenas expectativas futuras de este sector.

La actualidad bursátil viene a reafirmar esta realidad, ya que el índice tecnológico de referencia en Estados Unidos, que es el Nasdaq Composite, superó por primera vez la barrera de los 7.000 puntos el pasado 18 de diciembre, solo nueve meses después de que rebasara el umbral de los 6.000 puntos.

Este hito ha sido originado en parte por los máximos históricos que han alcanzado gigantes como Apple, que ha llegado a los 176,42 dólares la acción, con una capitalización bursátil de 905.000 millones de dólares; o Alphabet (Google), cuyo valor de mercado supera los 751.000 millones de dólares. También es importante el peso que tiene Microsoft, con una capitalización que roza los 670.000 millones de dólares y unas acciones que ya valen algo más de 86 dólares.

Dicen algunos expertos que las grandes tecnológicas se han convertido en las compañías con mayor capacidad de generación caja del mundo, por lo que su tesorería es multimillonaria.

No obstante, cabe recordar que el día que el Nasdaq subió hasta los 7.000 puntos, también crecieron otros índices de referencia, como el Dow Jones (0,62%) o el S&P 500 (0,69%), impulsados por la inminente aprobación de la reforma fiscal en EE.UU, que va a reducir los impuestos a las empresas.