La dolarización es la sustitución de la moneda de un país por el dólar estadounidense (USD) como medio de pago y para establecer precios, cediendo la soberanía monetaria a la Reserva Federal (FED). Es un concepto que ha vuelto al escenario político internacional tras la subida al poder de Javier Milei en Argentina. El líder de La Libertad Avanza (LLA) ha prometido una terapia de choque económica en la nación rioplatense que lleva entre otras medidas la dolarización de su economía.1Javier Milei es elegido presidente

En el plano de las realidades palpables, Panamá y Zimbabue son dos casos de aplicación diametralmente opuestos: en el país centroamericano ha resultado todo un éxito mientras que en el país africano ha sido un desastre.

¿Qué es la dolarización?

Definición

La dolarización consiste en la sustitución de la moneda nacional por el dólar estadounidense (USD) como medio de pago y de establecimiento de precios. Esto conlleva la cesión de la soberanía monetaria a la Reserva Federal de los Estados Unidos de América: el control del circulante, la devaluación de la moneda…

Proceso de dolarización institucional o informal

El proceso de dolarización puede darse a nivel institucional, cuando es el Estado el que aprueba la dolarización y la impone; o a nivel informal, cuando de facto el dólar estadounidense se vuelve la moneda corriente hegemónica de un país. Estos son los países que han pasado por un proceso de dolarización:

  • Adopción oficial:
    1. Ecuador.
    2. El Salvador.
    3. Islas Marshall.
    4. Micronesia.
    5. Palaos.
    6. Panamá, donde se ha dado el mayor caso de éxito.
    7. Timor Oriental.
  • Adopción informal:
    1. Somalia.
    2. Venezuela.
    3. Zimbabue.

La dolarización institucional como medio para logar la estabilidad

La principal razón por la que el Gobierno y/o el banco central de un Estado ponen en marcha un proceso de dolarización es la inestabilidad de la moneda nacional. Una moneda local volátil lleva al descontrol de la inflación, con la consecuente pérdida de confianza de los ciudadanos. Frente a esta situación, el dólar se presenta como una opción fiable y estable. Además, la debilidad de la moneda local frente al dólar también redundan en la inestabilidad aumentando aún más la inflación y depreciando su divisa, de forma que resulta poco atractivo invertir en el país.

En un contexto de crisis monetaria eternizada, la institucionalización de la dolarización tiene muchas ventajas:

  1. Impulso del crecimiento económico del país al ser una moneda más competitiva y la divisa de referencia internacional.
  2. Reducción de la fuga de capitales.
  3. Estabilización de los activos y los ahorros.
  4. Decrecimiento de la prima de riesgo de la deuda estatal.
  5. Normalización de los tipos de interés, ahora dependientes de la FED.

Sin embargo, no todo es positivo, puesto que acarrea una serie de desventajas relacionadas con la pérdida de soberanía monetaria:

  1. Renuncia al control del circulante en curso de la moneda oficial, dependiente del dólar que entra del exterior.
  2. Dependencia de la política monetaria estadounidense: control de la inflación y de los desajustes de precios, tipos de interés, provisión de liquidez a los bancos comerciales…
  3. Desajuste de la balanza de pagos, al depender de las remesas del exterior y de la deuda para traer moneda.

La dolarización informal como respuesta social a la inestabilidad monetaria

La dolarización informal es, también, una respuesta social a la debilidad de la moneda local. Si el Estado no puede garantizar la estabilidad de la moneda, las personas y las empresas buscarán una moneda alternativa más estable con la que proteger su propia economía. Al principio, la población mantiene parte de sus activos financieros en dólares como respuesta a una alta inflación. Con el tiempo, si la situación no se estabiliza, la gente empieza a utilizar el dólar para la compra de mercancías y, finalmente, a pensar en términos del dólar. De este modo, los precios de la moneda nacional se empiezan a relacionar con la tasa de cambio.

Ejemplos

Panamá como caso de éxito

La independencia panameña de Colombia se produjo en 1903, auspiciada por Estados Unidos a fin de imponer sus intereses relacionados con la construcción del canal de Panamá. El recién nacido Estado vivió un proceso de dolarización en 1904, relegando la moneda oficial, el balboa a pagos secundarios, circulando en forma de monedas y siempre en relación con el dólar.

Pese a las imposiciones estadounidenses, como la negativa a permitir que Panamá tenga su propio banco central con capacidad de acuñar moneda -por otro lado, muy lógico-, Panamá ha crecido económicamente en el tiempo, representando el mayor caso de éxito de dolarización.

Zimbabue, la otra cara de la moneda

Sin embargo, no todos los procesos de dolarización institucionalizada han sido un éxito. Tras la crisis económica mundial de 2008, Zimbabue acometió un proceso de dolarización en 2009 como respuesta a la hiperinflación y la escasez de divisas. Y, si bien es cierto que la inflación disminuyó, la dependencia de una moneda exterior llevó a una mayor escasez de circulante, profundizando la recesión que vivía la nación africana.

Diez años más tarde, se concluyó que el proceso fue un fracaso, y el Banco central reintrudujo el dólar zimbabuense en 2019, poniendo fin a la dolarización. Sin embargo, la moneda nacional trajo consigo la hiperinflación, por lo que la población continuó usando moneda extranjera, manteniéndose de facto la dolarización informal. En la actualidad, conviven en Zimbabue el dólar, el euro y el rand de Sudamérica.

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