Los mercados son una ida y vuelta de los sectores que por alguna razón se ponen de moda, algunas veces movidos por las inquietudes del mercado, como ha sido el caso de la Inteligencia Artificial (AI), y otras por los gobiernos, como recientemente está siendo el caso del sector de la defensa.

Cómo invertir en defensa

Por eso, con el rearme de los aliados de la OTAN en marcha, en el siguiente artículo te explicamos cómo invertir en defensa a través de acciones, o de forma más global mediante ETF.

¿Se avecina un mayor gasto en defensa durante la próxima década?

La respuesta a esta pregunta es un rotundo SÍ, esencialmente por dos razones: la primera va de compromisos políticos, mientras que la segunda es de pura necesidad.

1 – Aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB

Tras la última cumbre de La Haya (celebrada el pasado de 25 de junio de 2025), los líderes de la OTAN se comprometieron a invertir un 5% del PIB en defensa y seguridad a partir de 2035, desglosado de la siguiente manera:

  • Gasto militar duro: 3,5%
  • Infraestructura, ciberseguridad, resiliencia civil y capacidades industriales: 1,5%

Para ponernos en contexto, es un aumento más que considerable, e incluso para muchos países superior al 100%, pues a día de hoy, son pocos los aliados que superan el 2% del PIB en gasto militar. De hecho, como se observa en la siguiente figura de las 32 naciones que conforman la OTAN, 18 alcanzaron ese umbral en 2024, lideradas por Polonia (4,2%), Estonia (3,43%) y EEUU (3,38%). En cambio, otros países clave como España (1,28%) y Italia (1,49%) todavía no cumplen el objetivo mínimo actual del 2%.

Gasto militar respecto del PIB de los distintos países de la OTAN

No obstante, en la política actual, los compromisos a largo plazo se los lleva el viento. Por ello, para garantizar un avance creíble, todos los Aliados Atlánticos acordaron presentar planes nacionales anuales y someter la progresión a revisión colectiva en 2029, con el objetivo que, cómo mínimo, el gasto en defensa ya supere el 2,1 % del PIB.

2 – El incremento de la tensión militar en el mundo

Como ya advirtió Frédéric Bastiat hace más de siglo y medio:

“Cuando las mercancías no crucen las fronteras, lo harán los soldados”

Y lo cierto es que, en la mitad de década que llevamos, asistimos a un salto en la tensión militar global, potenciado por una vuelta al proteccionismo comercial y el aislamiento sobre el multilateralismo. Y ya existen conflictos candentes en todas las regiones del mundo:

Conflictos calientes

Los conflictos calientes son aquellos que ya están en marcha:

  1. Ucrania: Ni con Trump a la cabeza ha habido manera. Más de tres años de enfrentamiento abierto entre Rusia y Ucrania, con nuevas hostilidades que se intensifican en el este y nuevas rondas de negociaciones sin avance decisivo hacia la paz.
  2. Israel–Gaza: Tras la “Operación Inundación de Al‑Aqsa”, iniciada en octubre de 2023, a fecha de 2025 continúa la campaña de bombardeos y combates urbanos que ya se han cobrado decenas de miles de víctimas civiles y una crisis humanitaria de primer orden.

Conflictos templados

Esencialmente en Oriente Medio, donde Irán sigue consolidándose como actor principal, tanto por su programa nuclear como por sus ideas de expansionismo islamista. Todo ello causó que en junio de 2025, sus instalaciones militares de enriquecimiento de uranio fueran objeto de bombardeos selectivos por parte de EEUU e Israel, respuesta a la que Teherán replicó con ataques encubiertos y ciberoperaciones. Es cierto que ningún ataque se cobró víctimas mortales y la cosa no escaló, quedándose en la llamada Guerra de los 12 días. Con todo, es prueba evidente del polvorín que es toda aquella zona.

Conflictos fríos

En este caso, el más claro es que el desde hace una década mantienen China y EE.UU.. Al final, no solo es una rivalidad militar, sino también tecnológica. Y es que Pekín presiona sobre Taiwán —donde se concentra aproximadamente el 92% de la capacidad de fabricación de chips más avanzados del mundo— y sigue manteniendo su política a largo plazo de integrarlo en un único país. Aunque por el momento es cierto que han declarado no tener prisa.

Más allá de los compromisos políticos, estos escenarios fuerzan a una necesidad real de modernización del armamento, renovar flotas, sistemas de vigilancia y adaptar la estrategia militar a un entorno global cada vez más volátil.

¿Cómo invertir en defensa a través de acciones?

Te dejamos con un análisis de tres acciones estadounidenses y europeas, así como otras opciones a valorar en máximos históricos (o muy cercanos a ellos).

RTX Corp

RTX Corporation (NYSE:RTX) es un conglomerado del sector aeroespacial‑defensivo estadounidense, surgido de la fusión Raytheon‑UTC y rebautizado como RTX en 2023. Hasta la fecha, su proyecto estrella es el sistema de defensa antimisiles Patriot, pieza clave en la protección de Ucrania y cada vez más demandado por la comunidad internacional. Por ejemplo, en enero 2025, Rumanía firmó su tercer pedido por 946 millones USD, confirmando la robusta demanda internacional del programa.

Sistema de defensa Patriot de RTX

Y respecto a su buen hacer, para el 2T de 2025 se encontraba en récord histórico de facturación, con unos beneficios por acción (BPA ajustado) que mejoraron un 11% hasta los 1,56 USD. Además, el grupo cerró pedidos pendientes de ejecutar ya firmados (cartera backlog) también récord por 236.000 millones USD.

Todo ello le ha permitido consolidarse en máximos históricos mes a mes, sin prisa pero sin pausa.

L3Harris Technologies

L3Harris Technologies (NYSE:LHX) es otro de los principales contratistas del sector aeroespacial‑defensivo estadounidense con sede en Florida, especializado en comunicaciones tácticas, sensórica ISR y sistemas espaciales.

En la actualidad, su proyecto estrella es el programa FOXTROT: un acuerdo a largo plazo de hasta 1.000 millones EUR con el Ministerio de Defensa neerlandés para suministrar radios tácticas Falcon IV, que modernizarán las comunicaciones de las fuerzas holandesas y su interoperabilidad con la OTAN. Y en lo relativo a su buen hacer, también se encuentra en récord de facturación, y registra 8.300 millones USD en pedidos, y otros 35.000 millones en backlog.

Todo ello ha provocado que actualmente haya vuelto a romper máximos históricos. Queda por ver si la ruptura se confirma para continuar con su actual tendencia alcista, aunque por sus argumentos fundamentales y de negocio, no parece nada descartable.

LHX stock - invertir en defensa

Indra

Indra Sistemas (BME:IDR) es un gran holding del sector tecnológico‑defensivo con sede en Alcobendas (España), especializada en ingeniería de sistemas, ciberseguridad, transporte y defensa para la OTAN y la UE. En estos momentos su proyecto estrella es el FCAS/NGWS, el futuro sistema aéreo de combate europeo. Se trata de una coparticipación con otras empresas europeas, en la que España la ha nombrado coordinadora industrial, y ya le ha adjudicado una aportación nacional prevista de 2.500 millones EUR.

Indra Sistemas (BME:IDR) es un gran holding del sector tecnológico‑defensivo con sede en Alcobendas (España), especializada en ingeniería de sistemas, ciberseguridad, transporte y defensa para la OTAN y la UE.

Y en lo que respecta a sus datos fundamentales, más de lo mismo, durante el primer semestre de 2025 aumentó su facturación más de un 6% para llegar a unos ingresos récord de 5.200 millones USD y un beneficio neto un 88% superior que lo ubicó en unos estratosféricos 215 millones EUR. Estos datos no han pasado inadvertidos para la comunidad financiera que ha alzado su cotización prácticamente un 120% en apenas 6 meses.

IDR stock - invertir en defensa

Otras empresas para invertir en defensa

Te dejamos también otras alternativas europeas y americanas, que, aunque gozan de buena salud financiera no están en máximos históricos. Y es que, recientemente, han experimentado importantes revalorizaciones.

Empresa Ticker (mercado) Revalorización (últimos 3 años)
BAE Systems BA.L (LSE) +100%
Rheinmetall RHM.DE (Xetra) 300%
Leonardo LDO.MI (Borsa Italiana) +240%
Thales HO.PA (Euronext París) +70%
Saab SAAB‑B.ST (OMX Stockholm) +250%

¿Cómo invertir en defensa a través de ETF?

Lo cierto es que existen multitud de ETF del sector defensa, y de hecho, más abajo podrás encontrar otra tabla con cinco de ellos. No obstante, en esta ocasión nos centramos en un ETF europeo cotizado en euros. Así podrás comprar de una sola vez la totalidad de las empresas del sector defensivo europeas, y no estarás expuesto al riesgo de divisa.

WisdomTree Europe Defence UCITS ETF

El WisdomTree Europe Defence UCITS ETF (ticker WDEF, ISIN IE0002Y8CX98) es el único ETF UCITS que te permitirá tener en cartera toda la ola del rearme europeo debido a que ofrece exposición pura a empresas europeas de defensa y aeroespaciales. El fondo cotizado es de réplica física completa, es decir su composición incluye las 24 principales empresas europeas del sector defensa, excluyendo aquellas implicadas en armamento prohibido, en los porcentajes que a continuación puedes ver:

Así pues, con unos costes anuales (TER) del 0,40%, se ubica como una forma muy cómoda y barata de ganar exposición al nuevo rearme del viejo continente. Y en términos de rentabilidad, su reciente lanzamiento en marzo de 2025, todavía no le permite obtener rentabilidades de largo plazo. Aún así, desde entonces se ha marcado un interesante +15%, fruto de las importantes revalorizaciones que ha habido en las compañías del sector.

Otros ETF de interés del sector defensa

En cualquier caso, te dejamos con una tabla de otros ETF del sector defensivo, para que puedas compararlos y tomar tu propia decisión:

ETFs  Ticker (mercado) Revalorización (desde lanzamiento)
VanEck Defense UCITS ETF A DFEN (Xetra) +169%(lanzamiento en marzo de 2023)
HANetf Future of Defence UCITS ETF NATO (LSE), ASWC (Xetra) +119,6%(lanzamiento en julio de 2023)
iShares Global Aerospace & Defence UCITS ETF USD (Acc) DFND (LSE), 5J50 (Xetra) +54% (lanzamiento en febrero de 2024)

¿Acaso es sostenible ese aumento del gasto al 5% del PIB?

Lo cierto es que NO parece que tal compromiso a largo plazo se vaya a cumplir. A primera vista, destinar el 5 % del PIB a defensa suena más propio de una economía en estado de guerra o de preguerra, que de un bloque de aliados cuya aspiración es mantener la paz. Por ejemplo, ese nivel de esfuerzo equivaldría en España a doblar prácticamente el presupuesto actual (todo un hito reciente en el gasto militar). Se trataría de una partida nada popular, al mismo tiempo que supondría importantes recortes en otras partidas tan populares como sanidad o pensiones.

¿Entonces por qué se ha pasado por el aro?

Seguramente por dos motivos:

  1. Fecha lejana de cumplimiento. En primer lugar, tanto la revisión intermedia en 2029, como el objetivo final en 2035 quedan muy lejos en el calendario político. De hecho, para entonces, el propio impulsor de la presión sobre el gasto militar, Donald Trump, ya no estará en la Casa Blanca. Y claro, todo ello permite a los gobiernos firmar compromisos elevados que saben que muy probablemente no van a cumplir.
  2. Evitar represalias comerciales. Y la verdadera razón por la que hayan pasado por el aro en la fecha actual, es evitar en el corto plazo los aranceles del 25% sobre las exportaciones a EEUU con los que amenazaba el actual inquilino de la Casa Blanca. De ese modo, los países demuestran buena fe y reducen el riesgo de nuevos episodios de sanciones o subidas de impuestos a sus productos en el mercado estadounidense.

Con todo, en el corto plazo todos pueden “vender” el acuerdo:

  • Por un lado, Trump ante su electorado ha conseguido una victoria de su táctica de presión.
  • Y, por el otro, los gobiernos europeos ante sus ciudadanos como una senda responsable hacia el fortalecimiento de la Alianza.

Pero los relatos políticos son volátiles, e igual que en 2012 el discurso anti nuclear era el dominante en buena parte de Europa; hoy, salvo contadas excepciones (Alemania, España por circunstancias propias), pocos cuestionan la energía atómica. Y esa es esencialmente la apuesta, que ocurra algo similar en 2035 con el gasto militar. Quizás para entonces los contextos geopolíticos cambien, las tensiones se relajen o surja un nuevo consenso global contra la proliferación de armas. Y entonces, de ocurrir eso, el compromiso del 5% podría revisarse a la baja sin que ello se perciba como un desliz político.

¿Entonces es todo una pantomima política?

Sí y no. En realidad, es cierto que en los próximos años veremos un rearme de todos los países de la Alianza Atlántica, pero no tanto porque lo hayan firmado en un papel, sino por la problemática de conflictos calientes, templados y fríos que hemos visto.

Y precisamente por ello, el sector defensa está abocado a vivir una nueva primavera a lo largo de los próximos cinco años o siete años. Aunque claro, una cosa es decir eso, y otra bien diferente que el dicho sector pasará a ser uno de los más pesados del PIB de las diferentes economías.