La Saudi Telecom Company (STC Group) se ha convertido en el primer accionista de Telefónica (BME:TEF), una de las empresas líderes en telecomunicaciones con presencia en varios países, tras adquirir un 9,9% de su capital social.1Morgan Stanley confirma a la CNMV la compra de capital de Telefónica para Arabia Saudí Esta operación ha sacudido el sector tanto en España como en los corredores del poder del resto de Europa.

La sucesión en el trono de Telefónica

Telefónica empezó sus andanzas durante el franquismo como la empresa pública española destinada a cubrir el sector de las telecomunicaciones. La Transición a la democracia y la entrada en la Unión Europea supuso el inicio de las privatizaciones de sectores estratégicos y rentables que estaban en manos del Estado. Este fue el caso, entre otros, de Telefónica, empresa que continuó su crecimiento hasta convertirse en un gigante global de las telecomunicaciones. Su presencia es notable a nivel internacional en países como España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Sin embargo, su transformación ha sido objeto de debate en España, con opiniones divididas sobre si ha beneficiado realmente al país y a sus ciudadanos.

Un nuevo primer accionista de Telefónica controvertido

Esta adquisición ha generado una serie de especulaciones y preocupaciones. Por un lado, hay quienes ven esta adquisición como una oportunidad para Telefónica de revitalizarse y expandirse aún más en el mercado global. Pero por otro lado, hay una creciente preocupación sobre las posibles implicaciones de tener una empresa vinculada al gobierno saudí como accionista significativo.

De hecho, el debate se centra en si esta adquisición podría abrir puertas a nuevas oportunidades y alianzas estratégicas o si podría dar lugar a una influencia indebida o incluso la manipulación de la dirección estratégica de Telefónica. Sin embargo, lo más destacado, es que este movimiento ha abierto un debate más amplio sobre la propiedad y el control de las empresas estratégicas en España y en Europa.

La adquisición de Telefónica sometida a debate

La pregunta que muchos se hacen es: ¿Están las grandes empresas españolas en venta? Y si es así, ¿qué significa esto para el futuro económico y político de nuestra Nación y la Unión Europea? Esta adquisición no solo está causando ondas en España, sino que también ha resonado en los pasillos del poder en Bruselas. La Unión Europea está prestando mucha atención a esta operación, ya que podría tener implicaciones significativas para el mercado de telecomunicaciones en la región.

Con todo, ahora que entra en escena un grupo que no va a tener muchos más intereses, que el de los beneficios ¿Volveremos a  ver al gigante de las telecomunicaciones en máximos históricos, o con toda la fragmentación que existe en el ámbito de la comunicación es ya misión imposible? Para los que tenemos memoria, en marzo del año 2000 la cotización de telefónica superaba los 32 euros, hoy apenas llega a los 4 euros. Una inversión que desde Eurekers denominamos “un truño”. Ha perdido más del 85% de su valor en estos años.