La ciencia es un recurso muy valioso que puede ayudar a los investigadores a extraer pruebas de escenarios en los que aparentemente no hay nada.

La Universidad Queen Mary de Londres ha conseguido recuperar con éxito y por primera vez ADN animal directamente del aire.

Todos los seres vivos, tanto las plantas como los animales, dejamos inevitablemente trazas de nuestro ADN en el medioambiente. Hasta ahora, la tecnología permitía recuperarlo siempre y cuando hubiese sido depositado sobre una superficie en un plazo de tiempo breve.

En este contexto, estos investigadores han conseguido recuperar las moléculas de ADN que quedan suspendidas en el aire durante cierto tiempo después de que se haya producido la interacción entre un ser vivo y el entorno que lo rodea.

Aunque este hallazgo está en fase experimental y se ha conseguido en un entorno muy controlado y cerrado, demuestra la potencia disruptiva de esta técnica.

Esta técnica puede ser muy útil en diferentes aplicaciones, como en los campos de la investigación forense, ecológica, antropológica y la medicina.

Empresas como Thermo Fisher Scientific Inc. (NYSE: TMO) o Advent Technologies Holdings, Inc (Nasdaq: ADN) se podrían ver beneficiadas en un futuro por esta nueva técnica.