La inflación subyacente o inflación núcleo (en inglés core inflation), mide el incremento porcentual de precios en el consumo, descontado aquellos mercados que son mucho más volátiles. La razón por la que descuenta estos mercados es porque puede haber fluctuaciones transitorios en los precios debido a una escasez temporal, conflictos o desastres meteorológicos, que puedan incrementar coyunturalmente los precios de esos bienes afectando a la inflación general, pero que en realidad no haya afectado al resto de mercados de bienes y servicios.  

La primera vez que fue necesario extraer una inflación de base, fue tras la crisis energética producida por la OPEP en 1973, cuando el incremento del precio de la energía comenzó a afectar a toda la economía. En consecuencia, era necesario saber cómo se estaba comportando la economía en general, descontando la subida de precios del petróleo. Es decir, ¿Quitando el desproporcionado aumento de precios que durante unos meses hubo, los precios del resto de bienes habían aumentado proporcionalmente o más ligeramente?

¿Qué mercados no tiene en cuenta la inflación subyacente?

Debido a las fluctuaciones estacionales por diversas causas, como norma excluye, principalmente, dos índices de precios:

Índice energético:

Esto supone electricidad, gas, petróleo… el precio de las materias primas de la producción energética son muy volátiles. Cualquier crisis sea económica, financiera, sanitaria o social va a producir escasez temporal en el abastecimiento y, por tanto, transitoriamente precios más elevados.

Índices de alimentos no elaborados:

En este caso se refiere a todos los alimentos que no pasan por un proceso de elaboración industrial, entre ellos podríamos encontrar las verduras, la fruta, los cereales…

El motivo es el mismo, su escasez puede venir dada de forma coyuntural por la atemporalidad de una determinada fruta/verdura, temporales, malas cosechas… lo que afectaría momentáneamente al precio de los mismos y podría dar la sensación a nivel general de que todo está más caro. De ahí que se elimine su influencia en la inflación subyacente.

¿Qué diferencia hay entre la inflación general y la inflación subyacente?

Normalmente, cuando vemos las noticias siempre que nos hablen de inflación, nos hablan de inflación general, es decir la subida generalizada de los precios, pero claro, puede que en unos sectores hayan subido más que en otros y si los precios de unos sectores (electricidad, petróleo) afectan a otros, puede que en estos otros sectores estén internalizando pérdidas si se prevé que los precios que marcan registros elevados transitoriamente, a medio plazo volverán a su cauce.

Entonces, esa es la diferencia principal, la inflación es la subida de precios generalizada sin importar si ha subido mucho en un sector determinado o en toda la economía de forma generalizada y la inflación subyacente es la subida general de precios, descontando los sectores más volátiles, es decir, energía y bienes no elaborados.

¿Por qué calcular la inflación subyacente?

Principalmente por dos motivos:

  1. Efecto contagio: Como ya hemos comentado, por medir la inflación base a medio plazo, excluyendo todos aquellos bienes más volátiles y observando si los precios de estos han afectado al resto de la economía.
  2. Política Monetaria Expansiva: Descubrir si los efectos de una política monetaria expansiva, o bien vía estímulos fiscales que otorga el banco central a través de crédito barato, o bien vía incremento de ayudas sociales de los gobiernos, está disparando los precios en toda la economía debido a la mayor acumulación de masa monetaria en circulación.

Referencias:

Economipedia

Wikipedia

Investopedia

Diccionario Bursátil