En el año 2020, el aumento del déficit y la deuda, debido al covid, ha sido estratosférico. Desde 2012, España -con la crisis financiera mundial y la posterior crisis soberana- no alcanzaba niveles tan altos.

En 2020, el déficit presupuestario de España se disparó hasta el 11% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,9% que se contabilizó en 2019. Este dato del año pasado es el mayor de los países de la Unión Europea, según datos del Eurostat.

Después de España, los mayores déficits fueron: Malta (-10,1%), Grecia (-9,7%), Bélgica (-9,4%), Francia y Rumanía (ambos -9,2%) y Austria (-8,9%).

En términos relativos, la deuda total de todos los sectores (Administración Pública, Empresas y Hogares) se ha situado, exactamente, en el 269,4% del PIB, siendo la Administración Pública el principal actor con una deuda del 122% del PIB (1,2 billones de euros). Esta deuda pública ha pasado del 95,5% en 2019 a este 122% del PIB, lo que supone un incremento de más del 25%.

Para concluir, las previsiones para este año y el próximo son de aumento de estas variables, es decir, de que tanto el déficit como la deuda pública seguirá incrementando a grandes pasos. En concreto, se espera que suba un 7% más en 2021.