La startup de Elon Musk, Neuralink, fue fundada en 2017. Pero debido a los muchos proyectos que tiene su fundador, hasta ahora no había tenido gran repercusión y aun se encuentra en una fase temprana de desarrollo.

Este proyecto es una tecnología basada en el implante de hilos en el cerebro humano. En concreto, se trata de unos chips milimétricos que se insertarán en el cerebro y se conectarán al tejido cerebral mediante hilos de electrodos flexibles de un tamaño aproximadamente de un tercio de cabello humano.

Se injertarían en la cabeza con un robot de precisión como si de una máquina de coser se tratase. El objetivo es que estos chips consigan estimular las neuronas o células nerviosas mediante impulsos eléctricos. Estarán destinados para personas con problemas de movilidad o paralizados para que así puedan recuperar la movilidad mediante el uso de prótesis u otras deficiencias sensoriales como la visión o la audición.

Como ya hemos dicho, el proyecto está en una fase temprana. Pero, de momento, los experimentos con roedores han arrojado niveles de rendimiento mayores a los sistemas actuales en cuanto a nivel de transferencia de información, por tanto, el proyecto va por el camino adecuado.