Una de las razones por las que desde Eurekers nos consideramos independientes y críticos, es porque además de hablar de inversión y finanzas, tendemos a señalar los gravísimo errores que en materia de economía cometen nuestros líderes, pero aquí es donde está la clave, de uno y otro lado. Y hoy toca señalar el escándalo que ya se conoce como el criptogate argentino de la criptomoneda $LIBRA, pumpeado, seguramente por error, por el propio Javier Milei, y que se vio obligado a reconocer apenas unas pocas horas más tarde.

¿Qué ha pasado con $LIBRA, y qué tiene que ver con Javier Milei?

Así pues, el presidente argentino se ha convertido en el epicentro de una criptoestafa tras respaldar una criptomoneda poco conocida, de nombre $LIBRA. En una publicación difundida a través de sus redes sociales y eliminada el pasado viernes, Milei afirmaba que este token tendría el potencial de dinamizar la economía nacional y respaldar a las pequeñas empresas. Y obviamente, la inusual cita del jefe del ejecutivo tuvo un efecto inmediato: el valor de $LIBRA se disparó casi un 500%, para luego sufrir una abrupta caída de más del 90%, todo en cuestión de tres o cuatro horas.

el valor de $LIBRA en la sesión post-recomendación

El criptogate argentino de Libra al descubierto

Esta gran estafa se desató cuando, durante la noche del viernes 14 de febrero, Milei compartió en su cuenta personal de X (anteriormente Twitter) un mensaje en el que defendía a $LIBRA como una herramienta para impulsar el crecimiento de los emprendedores argentinos. Y como no podía ser de otra forma, la publicación generó una ola de entusiasmo entre muchos jóvenes inversores.

El post en X de Milei sobre Libra

Sin embargo, este repentino aumento fue seguido por una serie de advertencias en la comunidad cripto, donde numerosos usuarios alertaron sobre la posibilidad de que se tratara de un “rug pull”. O, dicho de otro modo, un esquema en el que los desarrolladores recaudan fondos para luego desaparecer con el capital invertido. Así pues, ya consciente del traspié que parecía haber cometido, Milei optó por eliminar su mensaje pocas horas después, argumentando que no tenía conocimiento detallado sobre el funcionamiento del proyecto y que no había participado en su desarrollo.

Milei reconoce el error

Y, como es obvio, este hecho desató la irá de sus opositores, quienes señalaron la irresponsabilidad de respaldar iniciativas sin un análisis financiero y legal adecuado. Es cierto que el hecho de eliminar el tweet a las pocas horas, y republicar un mensaje dando explicaciones tal vez le pueda salvar, pero no es menos cierto decir que todo un presidente del gobierno en el que hay depositadas tantas expectativas debe tener más tino a la hora de publicar contenido, y más de un sector como el de las criptomonedas.

¿Qué es lo que debería de haber hecho?

Si Milei quiere tener su propio token y aspirar a emular el impacto de figuras como Donald Trump, la estrategia debería ser radicalmente distinta: en lugar de apoyar de manera indirecta proyectos de terceros, el mandatario debería considerar el hecho de desarrollar una memecoin propia, gestionada y controlada en su totalidad por un equipo especializado bajo su control.

Al final, la experiencia de Trump con su token $Trump subraya la importancia de contar con una estructura interna robusta. Por ende, para forjar una propuesta que inspire confianza, Milei debería conformar un grupo técnico y legal dedicado a diseñar, implementar y supervisar la criptomoneda de principio a fin (y no el proyecto de otros, y menos aún a vuelapluma). Y, eso sí, avisando de la finalidad de la misma: si es una shitcoin para trastear (lo que no tiene nada de malo, siempre que se avise), o por el contrario una cripto de pago para contratos DeFi.

De esta manera, el presidente evitaría comparaciones desfavorables y críticas por promover activos de alto riesgo sin el debido conocimiento.