Ayer, Tesla Inc. (Nasdaq: TSLA) realizó su »Battery Day», en el cual, la compañía presenta sus próximas innovaciones en el ámbito de las baterías. 

En este contexto, presentó su nuevo diseño de batería con la que espera reducir el precio del coche eléctrico y autónomo hasta los 25.000 dólares dentro de 3 años para poder competir con el vehículo de combustión.

Para poder conseguirlo necesita mejorar significativamente las baterías ya que son una de los componentes más costosos del vehículo. Con el nuevo diseño, la autonomía aumentaría sobre un 15% y la vida útil se incrementaría en torno un 20%.

El objetivo no solo es contar con baterías más duraderas sino también más ligeras. Además, de que ocuparán menos espacio porque serán más pequeñas.

Por ahora, no quiere sustituir las compradas a sus proveedores, pero sí quiere aumentar la producción propia para poder satisfacer la demanda a nivel mundial. 

Esta estrategia reduciría considerablemente los costes de producción a la par que aumentaría la eficiencia de las baterías y aumentaría el control de Tesla en el proceso de producción de este componente tan importante del producto final.