Finalmente el consorcio Gazprom, dirigido en última instancia por el Kremlin, cumplió sus amenazas y cortó el suministro de gas a través del Nord Stream.
El motivo aparente fue el hecho de que la coalición de países del G-7, formada por EEUU, Alemania, Francia, Canadá, Gran Bretaña, Italia y Japón decidiera topar el precio del gas y del petróleo a Rusia, al límite que estos países consideraran razonable en base a una serie de criterios técnicos. En respuesta, Gazprom ha cortado el suministro de gas a Europa.
Así pues, este será el primer invierno que Alemania, principal cliente de Rusia, se quede sin su preciado gas, y aunque bien es cierto que sus reservas están por encima del 85%, también lo es que no podrían aguantar más de tres meses al ritmo de consumo actual. Este hecho, podría empezar a provocar racionamientos de energía para empresas, o como algunos expertos ya han señalado, parones en industrias no estratégicas.
Pero el problema es aún mayor, y podría sumir a centroeuropa en la oscuridad, pues Alemania no solo compraba el gas ruso para su propio consumo, sino para posteriormente distribuirlo a otros países como Austria, Hungría o Eslovaquia.
Por lo pronto, Alemania ya ha anunciado ayudas en más de 65.000 millones de euros para familias y empresas con el fin de mitigar la factura energética, aunque no ha explicado muy bien como podrá pagarlas.
Entradas relacionadas
27 agosto, 2024
Los precios de la vivienda continuarán subiendo
Los precios de la vivienda continuarán subiendo en un contexto de crisis de…
0 Comments4 Minutes
24 julio, 2024
Un error informático nos devuelve a la edad de piedra por dos horas
Un error informático sacudió el mundo recientemente, haciendo que saltaran…
0 Comments4 Minutes