La inversión extranjera huye de España

El pasado año y por primera vez desde hacía un lustro, la inversión extranjera en España sufrió una caída -y bastante notable-, disminuyendo un 23,3% en los primeros nueve meses en comparación con el mismo periodo del año anterior, para alcanzar un total de 18.303 millones EUR. Sin embargo, la mala noticia no acaba ahí, ya que este es el peor dato de inversión extranjera que acontece durante la última década. Es decir, ni siquiera en 2013 -año de crisis económica y estancamiento en España- hubo tan poca inversión extranjera en España.

Los highlights de la inversión extranjera en España

Inversión extranjera por Comunidad Autónoma

A pesar de esta caída general, la Comunidad de Madrid sigue siendo la región líder en España en términos de captación de inversiones extranjeras, con 10.262 millones EUR, representando el 56% del total. A ella le siguen otras regiones como la Comunidad Valenciana con 2.469 millones, o Cataluña con 2.087 millones de euros. Aún más por detrás se ubicaron País Vasco, Asturias y Andalucía.

Las naciones que más apuestan por España

Cabe mencionar, y muy sorprendentemente, que en cuanto a los países de origen de estas inversiones, Luxemburgo encabeza la lista con 8.149 millones EUR invertidos en España, seguido por Alemania, Países Bajos, Francia y Reino Unido.

Estos datos no hacen sino reflejar una vez más lo que tanto hemos puesto de manifiesto en Eurekers, la falta de condiciones óptimas para que la inversión fluya en España -y con ella el empleo y los mejores salarios-, que no solo hacen que no llegue el capital extranjero, sino que huya el capital propio debido a la falta de garantías jurídicas.

Camino hacia la mediocridad

Todo ello en un país donde en lugar de buscar revertir la situación, se sigue hacia adelante rumbo a ningún lugar, y donde el mayor empleador es el Estado con más de 3 millones de funcionarios públicos -y más ahora que acaban de aparecer 300.000 que no figuraban en ningún registro-.

En definitiva, estos y otros muchos datos más, sugieren que de no cambiar algo, el país continuará perdiendo posiciones en el ranking de PIB per cápita de los países durante los próximos 30 años, lo que quiere decir que conforme el mundo seguirá creciendo y desarrollándose, España caminará cada vez más hacia el estancamiento y la mediocridad.