La Comisión Europea, presidida por Ursula Von Der Leyen, dejará de clasificar la energía nuclear como sucia y peligrosa.

La noticia llega en mitad de una de las peores crisis energéticas que el viejo continente ha experimentado en los últimos años. Así pues, las centrales nucleares pasarán a considerarse una inversión verde.

De esta forma, la política energética europea da un giro de 180 grados, ante la todavía ineficiencia de las renovables y la promoción de centrales nucleares por países como China. Hasta 150 nuevas centrales en los próximo 15 años.

La medida ha gozado de un amplio consenso a favor entre los países miembros, donde solo votaron en contra de la energía nuclear: Alemania, Dinamarca, Luxemburgo , Austria y España.