La COP26 finalizó con un texto final que no ha sido del agrado de representantes de la UE.»Vamos a tratar de reducir las emisiones provenientes del carbón para 2030″. Un texto que no es legalmente vinculante.

Y es que países como La India, China o algunos países africanos, no quieren comprometer su crecimiento y salida de la pobreza de millones de personas, a cambio de un futuro incierto de emisiones cero.

Esto pone en un aprieto a los gobernadores europeos, ya que de poco sirve realizar un esfuerzo que suponga el estancamiento de su población, cuando países como China, India y Rusia en su conjunto, son responsable de cerca del 50% de la emisiones mundiales.

La cumbre acabó con las lágrimas de Alok Sharma, presidente de la COP26, ante la decepción expresada por países europeos como Dinamarca o Suiza. Aun así «supone un punto a partir del cual empezar a trabajar» zanjó el propio Sharma.