Reed Hasting, CEO de Netflix (NFLX), ha  sido el último gran ejecutivo de una de las principales Big Tech en echarse a un lado. Y no ha sido por malos resultados, ni ningún tipo de crisis empresarial, sino porque “era momento de tratar la sucesión, hay dejar paso a nuevos capitanes con nuevas ideas, incluso los fundadores debemos evolucionar”.

 

Dimite el CEO de Netflix: Reed Hastings se prejubila

Aún así, Hasting no se irá muy lejos, ya que dejará la dirección ejecutiva de la compañía para pasar a ser el Presidente Ejecutivo, cargo que en palabras del propio fundador de la plataforma de streaming, “es más vocacional, y estaré muy enfocado en que las acciones de la compañía vayan bien”.

De este modo, se “prejubila” uno de los principales empresarios de la historia reciente de EEUU, con unos datos dignos de admiración. Desde que creara Netflix hace 24 años, el número de suscriptores siempre fue en ascenso, trimestre tras trimestre, salvo el primero y el segundo de 2022, donde perdió un millón de suscriptores. No obstante, este hecho lo compensó con creces en el segundo semestre del año pasado, ganando otros 7 millones de suscriptores, y cerrando su histórico periplo en más de 230 millones de suscriptores en el mundo. Además, en todos estos años, las acciones de la compañía se revalorizaron casi  un 40.000%, dato que llegó a ser del 65.000% en sus máximos históricos. 

Todo un éxito, para una empresa que cambió nuestros hábitos de ocio para siempre. Creó el cine por catálogo desde casa, y fue uno de los primeros empresarios en aplicar las inteligencias artificiales para usos comerciales masivos.

En consecuencia, Hasting se une a otros grandes CEOs que llevaron sus empresas de cero a la cima, y cuando pasaron de los 50 decidieron echarse a un lado -pero con cierta vinculación-, como fueron los casos de Jeff Bezos, fundador de Amazon (AMZN),  Bill Gates, fundador de Microsoft (MSFT), o en España Pablo Isla, cuando dejó la gerencia de Inditex (ITX.MC) a Marta Ortega.