La basura espacial es un peligro para los satélites, naves y estaciones espaciales que tenemos en órbita, ya que puede impactar con ellos.

Recientemente, un pequeño objeto golpeó y perforó un brazo robótico de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Se estima que ya se realiza un seguimiento de más de 23.000 objetos del tamaño de, más o menos, una pelota de tenis en órbitas bajas para evitar colisiones.

El problema reside en que es muy difícil prevenir las colisiones de los objetos de menor tamaño. Y, en concreto, se estima que existen alrededor de 130 millones de este tipo de objetos orbitando la Tierra.

Pero, cada vez será más necesario controlarlos -enviamos más aparatos a órbita- ya que los daños que provocan pueden ser muy grandes. Como fue el caso del objeto que golpeó la antena del telescopio espacial Hubble en 1997.

Por eso, se necesitarán empresas que se especialicen en este tipo de trabajo y podría abrirse un mercado muy grande para ellos.