La decadencia del petróleo como principal fuente de combustible está cada vez más clara. A medida que la tecnología avanza, el futuro de las energías renovables acrecienta su poder de mercado. Arabia Saudí apuesta por el hidrógeno.

Los principales países productores de este combustible fósil van a tener que reinventarse y buscar otras formas de generar ingresos.

Arabia Saudí, que es el primer productor de petróleo mundial, ya está construyendo una planta de 5.000 millones de dólares para producir combustible de hidrógeno para la exportación que producirá alrededor de 650 toneladas al día.

Estas 650 toneladas equivalen a unos 15.000 barriles de petróleo, por tanto, si consigue esta producción, se convertiría en la mayor fábrica de hidrógeno del mundo.

Esta planta estará ubicada en la ciudad futurista e inteligente que están construyendo, llamada Neom.

Esta ciudad, se espera que funcione totalmente con energías renovables y que esté en la cabeza de la vanguardia tecnológica, por eso, el gobierno saudí está invirtiendo cantidades ingentes de miles de millones para hacerla real.