Las máquinas no tienen por qué sustituir necesariamente a la mano de obra humana. Pueden servir también para conseguir el bienestar del operario en la fábrica del futuro.

Precisamente, desarrollar tecnologías de fabricación inteligente que fomenten la cooperación humano-máquina es el objetivo del proyecto europeo H2020 HuMan, impulsado por Royo Group y AIDIMME (Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines).

El eje de este proyecto es un motor inteligente que gestiona una serie de servicios tecnológicos destinados a dar al trabajador la asistencia necesaria para mitigar el estrés y agilizar las tareas más manuales y pesadas.

Bajo esta premisa, se han creado dos exoesqueletos: un upper-limb, que asiste a las extremidades superiores de trabajadores que tienen que mantener los brazos en alto mucho tiempo;  y un pelvic, que reduce el esfuerzo en la zona lumbar de operarios que cogen bultos pesados.