De la Universidad de Rice (EE.UU) ha salido una importante innovación, que puede tener grandes repercusiones en diversas industrias, pero sobre todo en el sector de la Construcción.

Varios investigadores han conseguido convertir materiales de desecho, como residuos de alimentos o plásticos- en grafeno, conocido como el «material del futuro».

Para ello, han utilizado un reactor diseñado a medida, en el que han calentado esos materiales que contienen carbono a 2.800 grados centígrados. Así, en solo 10 milisegundos, han podido obtener pequeñas partículas de grafeno, con las que eliminan los gases de efecto invernadero que los desechos habrían emitido en los vertederos.

Esta ventaja se puede aprovechar, por ejemplo, para reducir considerablemente el impacto ambiental en la producción del hormigón, ya que se añadirían esas partículas de grafeno flash al cemento que se usa para producir ese material fundamental para la Construcción. Además, al fortalecer el hormigón con grafeno- material ultrarresistente-, se necesitaría usar menos cantidad en las construcciones y bajarían los costes de fabricación y de transporte.