La Comisión Europea (CE) acaba de imponer una multa de 1.068 millones de euros a cinco bancos por su participación en dos cárteles en el mercado de divisas con once monedas que, durante años, «socavaron la integridad del sector» y vulneraron el derecho de la competencia.

Los cárteles se conocen con los nombres de «Banana split para tres» y «Essex Express» e implican a agentes de bolsa de los bancos británicos Barclays y RBS, los estadounidenses Citigroup y JP Morgan, y el japonés MUFG.

Aunque los brokers implicados trabajaban para entidades competidoras, todos eran amigos y chateaban entre ellos en horas de trabajo para compartir datos sobre sus próximos movimientos en la compraventa de euros, dólares, libras, francos suizos y yenes, entre otras monedas. De esta forma, se beneficiaban personalmente de información privilegiada y confidencial, a la vez que adulteraban el mercado a su antojo.