Después de más de 3 años de sequía en el desierto, parece que el sector hotelero está volviendo a resucitar. Y no solo por el fin de la pandemia, sino por parte del agotamiento -al menos momentáneo- que está experimentado el alquiler vacacional, o modelo AirBnb (ABNB).

El sector hotelero al alza: problemas del modelo AirBnB

Varios son los frentes por los que se ve salpicada:

En primer lugar, la guerra contra los anfitriones, cansados de las exquisitas condiciones que cada vez exige la plataforma vacacional.

En segundo lugar, la guerra contra los huéspedes, hartos también de las innumerables comisiones ocultas y otras “tareas molestas” que se supone, que si te las cobran en comisiones, no deberías realizar.

Pero es que además, existe otro tercer punto de tensión respecto a las políticas gubernamentales. Por ejemplo, Francia ya ha declarado la guerra contra el alquiler vacacional, buscando poner un tope al número de pernoctaciones máximas permitidas en una casa.1https://www.huffingtonpost.es/economia/francia-declara-guerra-airbnb.html Y en la ciudad de Valencia existe la propuesta de empezar a cobrar la tasa AirBnB a los propietarios de viviendas vacacionales.2https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2023/05/05/64554063fdddff568c8b45b2.html

Todo ello, ha hecho que cada vez más turistas elijan los tradicionales hoteles, como lugar de hospedaje en sus vacaciones. Y de hecho, cadenas como Marriott (MAR), Hilton (HLT) o Melia (MEL.MC), están disfrutando de resultados por encima de sus previsiones, y sobre todo con muy elevadas expectativas, ante la llegada de un verano que se prevé histórico -en términos de ocupación turística- a la vuelta de la esquina.