Desde que el pasado mes de julio de 2021 se aprobará la Ley 11/2021 de Medidas de Prevención contra el Fraude Fiscal, los pagos en dinero efectivo superiores a 1.000€ quedaron prohibidos por ley. Esto supone una reducción de más de la mitad con respecto a la anterior cantidad máxima de pago en efectivo fijada en 2012, que era de 2.500€. Ya en su momento fue tan llamativo que produjo un toque de atención de hasta el propio Banco Central Europeo.

Este nuevo decreto-ley emitido por el Gobierno tiene un claro objetivo: controlar más todavía toda esa masa monetaria que aún se le escapa, el efectivo. A través de dicha ley, Hacienda ya no autorizará a que ningún cliente pueda retirar más de 1.000€ en efectivo de los cajeros automáticos, aunque se trate de nuestro propio dinero y de que el papel moneda sea un tipo de dinero de perfecto uso legal.

De esta forma, quien quiera extraer más de 1.000€ deberá dar explicaciones de para que los necesita, de tal forma que el banco se lo pueda transmitir a Hacienda, en caso de que fuera auditado por el regulador. Cabe decir que el anterior límite legal a extraer en un día estaba en 3.000€, pero quien sacara más de 1.000€ era contactado por el propio banco como mecanismo de seguridad para evitar robos.

Desde el Ministerio de Hacienda afirman que es una medida encaminada a seguir combatiendo el fraude fiscal y el blanqueo de capitales, así como prevenir otro tipo de comportamientos delictivos. Sin embargo, no deja de dar la impresión de que tan solo es un paso más hacia un intento por acabar eliminando el dinero en efectivo a largo plazo, con el fin de monitorizar cualquier operación que haga un ciudadano.