Fíjese en las expectativas futuras de una compañía

Cuando vaya a invertir en una compañía, observe si se trata de un negocio que tiene expectativas futuras de crecimiento.

El hecho de que una empresa esté ganando miles de millones no implica que el precio de sus acciones vaya a subir en bolsa. Los bancos, por ejemplo, están ganando miles de millones, pero sus acciones cada vez valen menos.

Por tanto, es sumamente importante que se fije en los negocios que tienen una expectativa futura, es decir, que todavía tienen mucho crecimiento por delante.

No se pregunte por qué una acción sube o baja

Cuando analice un gráfico para ver la evolución de una empresa que cotiza en bolsa, en lo único que tiene que fijarse es en la tendencia del precio de las acciones, sin detenerse a pensar en los motivos que la han generado.

Las acciones de una empresa pueden cotizar más alto o más bajo por múltiples razones: cambios en la directiva, posibles fusiones, nuevas políticas de responsabilidad social o medioambiental, la publicación de sus resultados anuales, un rumor, etc. Pero de nada le servirá tener en cuenta todos estos factores a la hora de hacer un análisis técnico. Ni siquiera importa si la empresa fabrica automóviles, desarrolla aplicaciones móviles o distribuye productos ecológicos.

Su valoración ha de depender únicamente de la curva que dibuje la evolución del precio. Un movimiento alcista, muy probablemente, se mantendrá en esa tendencia y producirá una revalorización de la acción.

¿Términos de inversión o número de acciones?

Muchos inversores se obsesionan con comprar un gran número de acciones, cuando esto no es lo más importante.

Puede ganar lo mismo teniendo 500 acciones a 10 euros que 10 acciones a 500 euros. En ambos casos, habrá invertido 5000 euros y su rentabilidad dependerá de dicha inversión.

Por tanto, cuando vaya a comprar acciones, piense en términos de inversión monetaria y no en el número de acciones que va a adquirir. Si el valor es bueno, está en máximos históricos y con tendencia alcista, la inversión le puede resultar rentable, aunque el número de acciones que compre sea reducido.

Lo barato puede salir muy caro

Mucha gente tiende a comprar una acción cuando baja, pero para invertir con éxito hay que operar a favor de la tendencia.

¿Por qué no conviene comprar una acción con tendencia bajista?

Porque, si una acción ha estado a 50 euros, ha bajado a 25 tiempo después y ahora se ha situado en 10, seguramente continuará bajando.

La bajada de precios puede ser abrupta o constante en el tiempo, pero lo que está claro es que para todo inversor es vital conocer el punto de salida de su operación para controlar la máxima pérdida que puede ocasionar esta compañía en nuestra cartera de inversión.

Invertir en bolsa = comprar progresivamente

Si ha decidido invertir en bolsa, debe saber que no es recomendable comprar todas las acciones en el mismo momento.

Debe entrar progresivamente en los diferentes valores que quiera adquirir. Es decir, invertir en bolsa un determinado montante, analizar si las cosas van bien y si la respuesta es afirmativa, invertir de nuevo. Así, progresivamente.

Si una de las claves del éxito como inversor es reducir los riesgos al mínimo, debe evitar, en lo posible, el riesgo de comprar mucho en un mismo momento.

Introducir todo el capital en el mismo instante = exponerse a que la operación le cueste una pérdida demasiado grande, si no se hace en el momento adecuado. Se trata, por tanto, de una estrategia muy atrevida y nada recomendable.

Lo vemos con un ejemplo: si un inversor dispone de 10.000€ no debe introducirlos en bolsa de golpe. Lo más lógico sería invertir en 2 o 3 acciones una cantidad de 2.000 o 3.000€. Más tarde, si las cosas van bien porque se ha cogido un buen ciclo, debería buscar otras 2 o 3 acciones y volver a invertir una cantidad igual o similar a la anterior y así progresivamente.

Diversifique los momentos de la entrada e introduzca su capital poco a poco. De esta manera reducirá el riesgo de su cartera significativamente.

Continua la fiesta. Los mercados vuelven a máximos

Ha de saber que, aun en la peor situación posible, siempre hemos de buscar valores buenos que los habrá.

Ahora, y después del crash ultrarápido que las bolsas vivieron el pasado mes de agosto, algunos inversores pensaban que los mercados no se repondrían hasta pasado mucho tiempo, incluso que se produciría un cambio de tendencia.

En cambio, algunas bolsas nos vuelven a sorprender y desde hace unos días encontramos, de nuevo, valores buenos. ¿Cómo detectarlos? Debemos buscar acciones en máximos históricos, valores que se han repuesto y que vuelven a estar en tendencia alcista, más caros que nunca y ofreciendo de nuevo una buena revalorización.

Y es que, aun en la peor situación posible, habrá empresas que estarán ganando.

Búsquelas y aprovéchelas.

Vender acciones de bolsa precipitadamente es un error

Si tener una operación negativa en su cartera es desastroso, vender una acción con beneficio y ver como sigue subiendo es todavía peor. Por eso, si confía en una compañía, manténgase en ella.

Debe ser paciente. Si una empresa se encuentra en tendencia alcista, no tenga prisa en vender. Si debe mantenerse en ella 3 años, no se lo plantee, nunca, como un problema.

Encontrar buenas operaciones es difícil, por lo tanto, cuando se encuentre una de ellas no la desaproveche.

Opere con tranquilidad y deje que una buena operación siga todo su curso. Los beneficios llegarán solos.

Mantenga las acciones que suben durante mucho tiempo porque es realmente en este tipo de operaciones en las que sacará gran rentabildiad.

¿Qué hacer cuando nos dan derechos?

Muchas compañías cotizadas dan derechos de suscripción preferente a sus accionistas. Esto significa que les ofrecen nuevos activos de la empresa.

En esta situación, el inversor tiene dos opciones.

  • Aceptar los derechos de suscripción y aumentar así el número de acciones que posee de la compañía.
  • Vender los derechos de suscripción a cambio de liquidez.

Mi consejo es vender los derechos de suscripción. Y es que si el inversor hizo la adquisición inicial de los valores de la compañía correctamente, calculó el número de acciones a comprar ajustando el riesgo de la operación. Si ahora le dan derechos sobre más acciones, lo que estará haciendo será asumir más riesgos de los necesarios.

Esta situación no es nada conveniente, por eso, la mejor solución es vender, rápidamente, los derechos que haya recibido.

¿Cuántas acciones debes comprar?

Muchos operadores creen que, para hacer una buena inversión, deben adquirir una cantidad elevada de acciones de una determinada compañía. No se dan cuenta de que el número de títulos no les hará ganar o perder. Lo que realmente definirá su rentabilidad futura será el montante de la operación. En definitiva, un operador no gana o pierde en bolsa en referencia al número de acciones adquiridas sino en relación a la inversión realizada.

Un ejemplo sencillo sirve para explicar este razonamiento: adquirir 500 acciones a 4€ es exactamente lo mismo que comprar 4 acciones a 500€. En ambos casos el inversor ganará el mismo capital si el valor sube. No diferirá el beneficio por tener 4 acciones o 500. Obtendrá una rentabilidad por haber hecho una inversión de 2.000€.

Cuando un operador compra una acción que lleva racha de romper máximos históricos, adquirirla barata será difícil, por no decir imposible. Por eso deberá comprar un buen valor a un precio razonable.

En definitiva, cuando vaya a comprar acciones tiene que pensar en términos de inversión y no en el número de acciones que adquirirá. Muchos operadores prefieren comprar 500 acciones a 10€, que 10 acciones a 500€, cuando, en realidad, en ambos casos están haciendo una inversión de 5.000€ y es, a partir de aquí, que deben empezar a calcular cuánto ganarán.

Piense, por tanto, en términos de inversión monetaria independientemente del número de acciones.

No compre acciones de bajo volumen

Comprar acciones que negocian poco dinero diariamente en el mercado puede ser una de las cosas mas frustrantes de este negocio. Deberá de saber cuanto negocia en volumen de acciones por día un valor y multiplicarlo por su cotización.

Por ejemplo, una acción que mueve 100.000 acciones por día y está a 20 euros, mueve 2.000.000 de euros al día. Si mis operaciones son de 5.000 o 6.000 euros estoy asegurando que el día que yo quiera vender esta acción, seguro que hay personas interesadas en adquirirlas.

Debe de sacar un multiplicador, por ejemplo, que sea al menos 500 veces el precio de mi operación. Si mi operación es de 2000 euros, a menos que cada día esa empresa negocie un millón de euros. De este modo estaré seguro de que encontraré contrapartida en el otro lado cuando yo venda.

Si no hiciera esto, el resultado podría ser desastroso ya que yo podría poner un stop a 9,00 euros y ejecutarse a 8,50 o incluso por debajo, incurriendo en unas pérdidas muy superiores a las que yo pretendía.

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