El Nuevo Orden Mundial podría estar basado en la accesibilidad a los servicios, y no en la propiedad, como hasta ahora.

En este serial, hasta ahora hemos estado discutiendo qué son los órdenes mundiales, y como se crean y caen irremediablemente. Sin embargo, todavía no hemos respondido a la gran pregunta, ¿Cuál podría ser el Nuevo Orden Mundial que se está gestando en estos momentos?

¿Tal vez China? Su crecimiento en los últimos 40-50 años, ha sido espectacular, pasando de ser una nación que se moría de hambre, a segunda potencia económica mundial.

¿Quizás la India? El país se está convirtiendo en el centro tecnológico mundial, y hoy los mejores ingenieros del mundo son en buena parte indios. Es más, si acudimos a las principales Big Tech, veremos que sus CEOs también son indios, hablamos de casos como Microsoft (MSFT) o Google (GOOGL).

Pues realmente, aunque estos actores tendrán parte que ver en ello, puede que no sean los verdaderos próximos líderes, es más, puede que el siguiente liderazgo no esté tanto orquestado por países o gobiernos, y más bien llevado a cabo por corporaciones.

Hoy hablamos de la Agenda 2030.

En torno al año 2017, el Foro Económico Mundial puso en circulación un vídeo que aún a día de hoy se utiliza como carne de clickbaiting en infinidad de revistas digitales y artículos: En el año 2030, no tendrás nada y serás feliz. Vaya, muy bien, muy bien… no suena.

Pero, ¿qué es lo que quiere decir este slogan?, ¿Va a venir Bill Gates a quitarnos la casa para liberarnos de la hipoteca? Más bien, no.

Lo que en realidad buscaba orientar, es que efectivamente, en el año 2030, seremos usuarios de todo, pero dueños de nada. Y cualquier servicio que necesitemos, simplemente lo alquilaremos por horas, días, semanas o años.

Y si lo piensas, esta es una evolución lógica. Primero se recurrió a la propiedad de todo tipo de comodidades; electrodomésticos, vehículos, 2ª residencia… cuando la demanda se saturó, llegó la obsolescencia programada. Y ahora, empieza la era del alquiler de todo.

Ese es el secreto, para que las grandes empresas, puedan seguir aumentando y aumentando su cotización en bolsa: Que sus ingresos nunca menguen, debido a que los usuarios están constantemente pagando por un alquiler.

Y sí lo piensas es algo que en los últimos 5-7 años, ya nos hemos acostumbrado, poco a poco a hacer.

Por ejemplo, si atendemos a empresas como Netflix (NTFX) o HBO (WBD), ya es común que realicemos el pago de una suscripción mensual, cuando antes tendíamos a comprar películas. Vale, quizás este no sea el mejor ejemplo porque así es mucho más cómodo, pero sigamos…

Lo mismo ocurre con servicios informáticos; Hasta hace unos años, tenías que comprar la licencia Office de Microsoft, la cuál incluía actualizaciones gratuitas. Era cara, sí, pero si trabajabas de ello, a los pocos años la acabas rentabilizando. Hoy, si quieres disponer de los servicios de Office, necesitas pagar anualmente una cuota de más de 200$. No obstante, lo mismo podríamos decir con los programas Photoshop o InDesgn de Adobe (ADBE).

Seguimos.

Hasta no hace mucho, era común que nuestros padres ahorraran la mitad del precio de un vehículo, para financiar en 5-6 años, la otra mitad. Hoy, las marcas ya empiezan a ofrecer programas de fidelización ad-eternum. Donde la casa de vehículos está dispuesta a ofrecerte un vehículo nuevo cada cuatro o cinco años, con tal de que nunca dejes de pagar una cuota. Cantidad, que por supuesto, irá en aumento, cuantos más servicios demandes en el vehículo. De esta forma, marcas como Volkswagen (WOW3.DE), Ford (F) o Mercedes (MBG.DE) ya ofrecen vehículos con planes renove automatizados.

Es decir, si nunca llegas a tener un vehículo en propiedad, siempre estarán pagando tu cuota, lo que disparará sus ingresos.

Y lo mismo ocurre con el mercado de la alimentación. Atrás quedaron, los días en los que tú te preparabas la comida. Ahora ya hay empresas como JustEat (TKWY.AS) , que por una módica suscripción mensual, te llevan cuatro, cinco o seis platos de comida a la semana hasta tu casa, los que pactes.

En realidad, así podría continuar con vivienda, telefonía o servicios de inteligencia artificial, lo que sea. La historia es que siempre estés pagando, y siempre estés usando, pero nunca sea tuyo.

Y si atendemos a las cotizaciones de algunas grandes corporaciones, veremos como solo cuando empezaron a desarrollar estas prácticas, sus cotizaciones empezaron a crecer de forma ilimitada.

Por ejemplo, si atendemos a Microsoft (MSFT), hasta el año 2013 era una empresa realmente aburrida, donde no pasaba nada. Sin embargo, desde que empezó -allá por 2015- a aplicar sus servicios de suscripción se ha revalorizado hasta diez veces. Lo mismo ocurrió en el caso de Amazon.

Y en definitiva, este podría ser un escenario muy posible para las próximas décadas. Un mundo en el que los países fruto de sus grandes deudas, inflaciones, y tipos de interés elevados -que hará que tarde o temprano, no puedan atender sus deudas- , vayan cediendo terreno en pro de las corporaciones, las cuáles te ofrecerán todos los servicios posibles a cambio de mil cuotas, que nunca te dejarán avanzar. Estarás atrapado, en lo que el gurú Robert Kiyosaki llama la carrera de la rata.

Hay que añadir, que ahora también estás atrapado en dicha carrera, pero no por las mil cuotas de empresas, sino por los impuestos que te quitan en torno al 50% - 60% de la renta que generas trabajando.

Por ende, si el capital sigue concentrándose como hasta ahora, y los servicios de suscripción expandiéndose en todos los ámbitos, solo quedarán dos opciones.

Ser de los que trabaja, paga por sus servicios, y por mucho que corra siempre estará en el mismo lugar, o ser de los que invierte en cualquier empresa de suscripción, y recoge parte de los infinitos ingresos que estas poco a poco irán generando.

Así que ya sabes, si en el año 2030 quieres ser feliz, y tener algo, lo mejor será que busques como opciones de inversión, empresas que ofrezcan servicios de suscripción originales y aún por explotar. Y las posibilidades siguen siendo elevadas; empresas de IA, alquiler de vehículos autónomos, suscripción a segundas residencias vacacionales y hoteles… ¿En qué lado estás? ¿Las cosas son del que las posee o del que las disfruta?