Desde que la pandemia irrumpiera en nuestras vidas, cuesta pensar en unos años tan inciertos en el mundo de la bolsa. Cuando todo se paró, y parecía que el mundo se acababa, los mercados estaban en máximos históricos, y ahora que el mundo se reactiva, los mercados no parecen salir de una larga depresión en la que llevan inmersos desde finales de 2021.

Sin embargo, si ampliamos el prisma histórico, esta continúa situación de tensión no es la primera vez que ocurre. Ya ocurrió en la década de los años 70 del siglo pasado con una guerra que se le enquistó a los EEUU.

Ello, llevó a pensar a un economista llamado Harry Browne, en si había posibilidad de que existiera una cartera de inversión rentable, y con pocos sobresaltos, para cualquier momento del tiempo. Y así fue, a este conjunto de inversiones los llamó, la cartera permanente.

La misma, debía cumplir cuatro principios:

- Seguridad: La seguridad es un factor clave en la cartera permanente de Harry Browne. La cartera debía protegerte de cualquier escenario futuro, por muy incierto que fuera.

- Estabilidad: Este principio se refiere a la idea de que una cartera de inversiones debería ser estable y resistente a las fluctuaciones del mercado. Incluso en los peores momentos, debía de ser lo suficientemente estable, como para no entrar en situaciones de pánico y ventas.

- Rentabilidad: Es fácil ser rentable en los momentos de prosperidad, pero esta cartera, debería como mínimo, ser capaz de tener rentabilidad positiva en los momentos de turbulencias económicas.

- Simplicidad: Y por supuesto, debía de ser simple y fácil de entender. Nada de operaciones cortas y apalancadas con derivados en mercados alternativos. En absoluto. Acciones, commodities, y como mucho ETFs o fondos. Algo que cualquier inversor pudiera entender.

De esta forma, Browne habló de 4 escenarios y los tipos de activos a invertir en cada uno de ellos, no obstante, hay que reconocer que no siempre eran activos fácilmente accesibles por el pequeño y mediano inversor.

Por eso, en esta newsletter, hoy recogemos el guante del analista Browne, para hablar de la cartera permanente de Eurekers, y cómo estar preparado para ser rentable, ante un momento como el actual.

En consecuencia, si nos encontramos ante un escenario de mucha incertidumbre como el actual, ¿Cuál podría ser una composición que, como mínimo, mantuviera el valor de nuestro patrimonio, respetando la regla de oro de invertir en máximos históricos que tantas alegrías ha traído a la comunidad de Eurekers?

- Valores refugio: La semana pasada hablamos de los blue chips. ¿lo recordáis? Empresas como Dollar Tree (DLTR) en alimentación, o Louis Vuitton (MC.PA) en moda de lujo, han demostrado ser rentables a lo largo de los años. Por ende, podríamos estar expuestos a estas blue chips en un 20 o 35% de nuestra cartera, en función de nuestra aversión al riesgo.

- Bitcoin y oro: Sin duda, el oro ha sido la materia prima más rentable de las últimas décadas, ya que en el inconsciente colectivo, sigue siendo el último activo de valor real. Comprar oro, también podría ser otra forma de ser rentable a lo largo de las décadas. No obstante, en la misma línea, nunca deberíamos dedicarle más del 15% de nuestro patrimonio, como máximo.

Para los inversores más modernos, cabe la posibilidad de complementar -o sustituir- el oro por Bitcoin (BTC), aunque este no se encuentre en máximos históricos en este momento.

- Empresas con momento: ¿Si encendemos las noticias de que es de lo que se habla?, ¿en qué momento estamos? Efectivamente escasez de materias primas; escasez de petróleo, de gas… y ahora se ha reactivado hasta la industria del carbón. Acciones como International Petroleum (IPCO), Atmos Energy (ATO) y Sempra (SRE), no deberían faltar en nuestra cartera. A estas empresas, que ahora mismo están solucionando un problema de índole mundial, les daremos una ponderación media del 30% o 35%.

Otro ejemplo, en el actual contexto de subidas de tipos de interés -y con más subidas previstas en el horizonte- es el sector de la banca. Muy torpes tienen que ser los bancos para no volver a ver máximos. Por ejemplo, Bankinter (BKT.MC) se encuentra en máximos, y en particular, todo el sector bancario está viviendo una primavera.

- Empresas de futuro: Este será el segmento más arriesgado de nuestra cartera. Por lo que, tu grado de aversión al riesgo, debe ser el que marque tu exposición a las mismas. Si te defines como un inversor conservador, nunca deberían sobrepasar el 10% de tu cartera total, pero podrían llegar a representar el 30% si habláramos de que te defines como un inversor con amor por las emociones bursátiles.

¿Y qué empresas incluiríamos aquí? Bueno, puede variar, desde small caps, a sectores que veamos con mucho potencial futuro en base a lo que leamos en las noticias, y sobre todo, vivamos en nuestro día a día. En este sentido podríamos incluir empresas de Inteligencia Artificial como Oracle Services (ORCL) o UPS (UPS), que están cerca de batir sus máximos históricos.

Otra opción, por ejemplo, sería acudir a las small caps, compañías con una capitalización de mercado menor a los 1.000 millones de dólares con tremendo potencial alcista. No obstante, en este punto, estaríamos incrementando aún más nuestros riesgo, y tal vez, en este sentido la mejor manera de estar invertido en ellas fuese a través de ETFs.

En definitiva, los porcentajes pueden variar en función de tu perfil de inversor. Pero recapitulando, una configuración de cartera, que incluyera lo que hemos estado hablando hasta ahora, podría ser: Blue chips (25%), oro o bitcoin (15%), empresas con momento (35%) y empresas de futuro (25%).

No obstante, en Eurekers nos gusta conocer la opinión de nuestra comunidad. Así que cuéntanos, ¿cómo constituyes tu cartera de éxito -o permanente- en tiempos de incertidumbre económica?