Efectivamente, el 11 de noviembre El Palacio de la Bolsa de Madrid abrirá sus puerta, en una de sus escasísimas ocasiones para las personas de a pie, con motivo de una ponencia con Jose Antonio Madrigal, y otros ponentes internacionales.

A los que alumnos y antiguos alumnos de la comunidad de Eurekers, podrán asistir solicitándolo previamente vía WhatsApp: 662306561

Sin embargo, antes de continuar explicando que tendrá este evento, me gustaría detenerme a explicar cuál es la historia de la principal institución bursátil de España, desde su creación hasta la actualidad, y por qué se trata de una ocasión tan especial.

Como muchas de las instituciones bursátiles que se dan en Europa Occidental, la bolsa de Madrid, tiene sus orígenes a principios del siglo XIX, cuando en 1809, Jose I de Bonaparte mandó crear la primera bolsa de España en el Convento e Iglesia de San Felipe el Real (en la Puerta del Sol).

Sin embargo, Jose I era francés, concretamente hermano de Napoleón (emperador de Francia), y tras varias contiendas políticas y bélicas de la época, dicho proyecto nunca llegó a inaugurarse hasta el 10 de septiembre de 1831, cuando Fernando VII fundó definitivamente la Bolsa de Madrid. Así pues, la primera sesión (vía corros), se dió apenas un mes después, el 20 de noviembre del mismo año, y las compañías cotizadas principalmente eran bancos, ferrocarriles y siderúrgicas.

No obstante, un lugar tan concurrido como era la bolsa (a pesar de que en aquella época solo la élite podía invertir), requería de un espacio público más grande, y tras pasar por varias sedes, en 1878 se tomó la decisión de empezar a construir el futuro emplazamiento de lo que sería la Bolsa de Madrid con forma de piano invertido, en la plaza Lealtad. Con todo, el Palacio de la Bolsa de Madrid, estaría listo para ser inaugurado el 07 de mayo de 1893 por la Reina Regente María Cristina.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto Enrique Repullés y Vargas, bajo el lema “Sin Paz, no es posible el Comercio”, con la idea de que fuera el “templo de la economía”, motivo por el que goza de esas impresionantes vidrieras, ya que “debía entrar mucha luz natural”.

Desde entonces, la Bolsa de Madrid ha sido testigo de épocas de mayor depresión, como fueron los años ´30 y ´40 del siglo XX, y de mayor auge, sobre todo a partir de la instauración del Plan de Estabilización Nacional de 1959, el cuál abrió el mercado nacional al capital particular y extranjero.

Respecto al funcionamiento de la bolsa, desde su orígenes siempre fue a través de los llamados corros de bolsa, donde los brokers negociaban las órdenes que les enviaban sus clientes, vía carta o presencialmente. Este modelo se hizo particularmente famoso a partir de la implantación masiva de las telecos, que facilitaron que los clientes pudieran hablar directamente por teléfono con sus brokers para emitirles sus órdenes de operativa. Y los brokers directamente a gritos, en estos famosos corros, compraban y vendían, dando la sensación de cierto caos.

Estos hechos, quedaron representados en el imaginario colectivo a través de las famosas películas sobre la bolsa de los años ´80, como Wall Street o El Lobo de Wall Street.

En 1991, se creó la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) encargada de velar por la transparencia de las operaciones bursátiles, a la par que el MEFF (Mercado de Derivados de Renta Variable), lo que disparó y diversificó los flujos de inversión en los mercados de capitales (así como cierto grado de ludopatía). Ya no solo se podía invertir en acciones, si no también en CFDs, opciones, warrants, futuros…

Sin embargo, este modelo empezaría a dar al traste a partir de 1995, cuando se instauró el SIBE (Sistema de interconexión Bursátil Electrónico), lo que empezó a permitir que vía electrónica fueran las propias personas quienes gestionaran sus órdenes. Algo que fue muy a la par en el resto del mundo occidental.

Nuevamente, esto supuso un nuevo impulso a los volúmenes de negociación, y para ese mismo año, ya eran 8 millones de españoles quienes invertían en bolsa.

Y como siempre, todo lo nuevo vino a acabar con algo viejo, y es que el hecho de que poco a poco, las personas pudieran ir gestionándose sus propias órdenes, hizo acabar de forma paulatina con los corros de bolsa, simplemente ya no tenían sentido.

De esta forma, el 09 de julio de 2009 se dió el último corro de bolsa, donde las 42 empresas que aún se negociaban bajo esta técnica, y que además eran muy residuales, pasaron al sistema electrónico “más ágil, moderno y transparente”.

Desde entonces, atrás quedó el ritual en el que a las 10.00 sonaba la campana y empezaba la jaula de grillos. Cada diez minutos se negociaban empresas de un sector diferente, por lo que el frenesí en el que a voces de “doy”, “tomo” o “hechas”era máximo. Durante sus días dorados, este parqué llegó a congregar a más de 1.500 personas, todas a voces, como el día de la salida a bolsa de Pryca en 1990, donde según cuentan algunos periodistas que cubrieron la noticia, “el caos fue máximo, ya que se trataba de una compañía que todo el mundo conocía”.

Ya durante la última década, el Palacio de Bolsa, se ha convertido en un edificio institucional con acceso muy restringido al público. Sin embargo, para el próximo 11 de noviembre, volverá a estar abierto, en exclusiva, para todos los alumnos que forman parte de la comunidad Eurekers, que deseen ver la conferencia de Jose Antonio Madrigal, Carlos Rodrigues y Pedro Lino en directo, con una duración total de una hora y media. Al acabar dichas ponencias disfrutaremos de una merienda-cena y compartir experiencias.

Así pues, para poder asistir el procedimiento es muy sencillo, tan solo tendrás que ponerte en contacto con la secretaría de Eurekers, o bien a través del e-mail info@eurekers.com , o bien través de nuestro WhatsApp 662306561, decirnos quien eres y en el plazo de 24 horas procederemos a validar y confirmar tu invitación.

No te pierdas la oportunidad de visitar un edificio emblemático, que ya no está abierto para el gran público y tener una foto de recuerdo en el.

Evento totalmente gratuito, solo accesible bajo previa solicitud y aprobación.