La semana pasada mientras estaba tomando el café de la mañana, escuchaba en la terraza una conversación bastante alterada (y normal) de una chica que parecía tener algo más de 30 años y no hacía mucho se había comprado un piso, y de como Hacienda le agobiaba por todas partes.

Resultó que para aportar la entrada de su piso, ella debió de poner algo, pero el principal se lo dieron sus padres vía transferencia para juntar una entrada más o menos asequible y rebajar la hipoteca. Esto que parece algo lógico, es un absoluto error. Pues al año siguiente puede venir Hacienda y para una transferencia sin justificación previa (y más si es de un familiar), como en este caso era de la cuenta de sus padres, reclamarte el impuesto de Donaciones en los siguientes porcentajes (en la Comunidad Valenciana, aunque dependerá de la CCAA en la que estés):

De 0€ a 7.993€ --------- 7,65%

De 7.994€ a 15.662€ ---- 8,5%

De 15.663€ a 23.493€ --- 9,35%

Más de 23.493€ ----------- Por encima del 10,20% en hasta 9 tramos más diferentes.

Y es que desgraciadamente, no conocer las marañas de nuestra legislación tributaria, no nos exime de tener que acatarlas, aunque las consideremos injustas. Por otro lado, también hay que añadir que para determinadas circunstancias existen bonificaciones al mismo.

Sinceramente, la chica estaba bastante angustiada porque después de atender el ITP de la compra de piso, IBI anual, etc… un año después le venían con el tema de la donación. Ale, otro tanto más.

Y entonces, ¿qué es lo que podría haber hecho para evitar el fisco?

Si estás en un caso similar con alguno de tus hijos, hoy veremos una figura completamente legal, para evitar esta sangría de impuestos (al menos el de donaciones). Y no hablamos de evasión fiscal, es más ni siquiera de elusión (que es aprovechar las trampas legales para pagar menos). En absoluto, es una figura de nuestro sistema tributario completamente legal.

Estamos hablando del contrato de préstamo familiar sin intereses. Y es válido para donaciones entre hermanos, de padres a hijos o de hijos a padres.

Sin duda, si queremos ayudar a nuestros hijos a comprarse un piso, lo más tentador y eficiente sería efectuarle una transferencia días antes de la firma del contrato, obvio. Pues es un error, a continuación vamos a ver como hacerlo correctamente.

Lo primero es celebrar un contrato de prestación de capital, que puede ser público (ante notario) o privado, entre las partes o ante un abogado. Lo mejor es el privado, aunque si la cuantía fuese muy elevada (por encima de los 100.000€ por ejemplo), tal vez merecería la pena uno público.

En este se incorporarán todos los datos típicos de un contrato de préstamo, a saber: Fecha del contrato, datos del prestamista, (el que presta el dinero), datos del prestatario (el que lo recibe), intereses del préstamo, indicando explícitamente que no lo tiene, importe, plazo de devolución, forma de pago, posibilidad de amortización o cancelación anticipada y procedimiento en caso de impago.

Bueno, tal vez todos esos campos no sean necesarios en este caso, pero da igual, cuanta mayor información mejor, demuestra buena voluntad por nuestra parte.

Y a continuación, procedemos a comunicárselo a Hacienda, rellenando su modelo 600, también denominado, Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentales (ITPAJD).

¿Y qué es lo que entiende Hacienda? Realmente lo mismo que en cualquier otro préstamo, por lo que su celebración está exenta de tributación. Pero mucha atención en este punto, es de vital importancia que indiques de forma explícita que el CONTRATO ES SIN INTERESES, sino Hacienda podría entender que existe un incremento de la renta del capital y pedirle al prestatario cierto porcentaje de tributación vía IRPF.

Y una vez completado, simplemente habrá que presentarlo a la Agencia Tributaria en el plazo de 30 días desde la celebración del contrato por los canales típicos: telemático o yendo a sus oficinas (y pidiendo cita previa).

Pero, entonces simplemente estoy prestando un dinero a mis hijos/padres/hermanos, que mes a mes y poquito a poquito, ellos me devolverán. No estoy donando para ayudar a mi familiar, que era lo que en un principio quería ¿no?.

Bueno, a partir de este punto, lo dejo a la libre imaginación de cada uno. Y estoy seguro que aunque tu hijo te efectúe una transacción mensual por el importante acordado para devolver el “prestamo” que tu le has hecho, se te ocurrirán varias maneras que volver a devolvérselo sin que nadie se entere. ;)