Como ya sabemos, el covid-19 está siendo un claro catalizador de tendencias. Una de ellas es la disminución de los pagos en efectivo, ya sea por el aumento de los pagos con tarjeta o por el auge del consumo online, en el cual el único pago permitido es electrónico.

Por tanto, los principales Bancos centrales del mundo no quieren quedarse atrás y quieren crear sus monedas totalmente digitales para cubrir el espacio que está dejando el efectivo.

Los siete bancos centrales más importantes del mundo- Japón, Canadá, Inglaterra, BCE, FED, Suecia y el Suizo- y el Banco Internacional de Pagos se han juntado para realizar un informe sobre los riesgos y oportunidades, así como objetivos, que supone esta nueva tecnología.

Éstos, están intentando reaccionar a los proyectos privados, como es la aparición de Libra - proyecto de criptomoneda estable creada por Facebook- que suponen una clara amenaza para ellos porque están viendo que su monopolio monetario se podría ver dañado en un futuro no muy lejano.

Mientras que antes se hablaba de que las criptomonedas y la tecnología que las respalda -tecnología Blockchain- no tenían futuro, la realidad se encamina hacía una regulación fiscal y regularización legal de ellas para poder aprovecharlas.

Es más, ya conocemos los proyectos de monedas digitales como: E-krona (Banco Central Sueco), Yuan Digital (Banco Central Chino) o el Euro Digital (Banco Central Europeo).