La división de análisis de la compañía Standard & Poor’s (S&P) elabora regularmente una comparación entre gestores profesionales y la gestión pasiva (la réplica de la evolución de los índices de Bolsa o bonos).

Los gestores de fondos de inversión activa, tradicionalmente, se han refugiado en que en tiempos alcistas bursátiles es muy difícil batir al índice de referencia ya que la mayoría de los valores pueden estar sobrevalorados por el apetito inversor.

Pero, lo que nos ha mostrado (otra vez) la crisis de primavera es que en tiempos de fuertes correcciones bursátiles también les resulta realmente difícil.

El estudio se centró en el desempeño de índices y gestores entre enero y abril -cuando las Bolsas ya habían recuperado parte del terreno perdido.

En el caso de la renta variable de Estados Unidos, casi el 60% de los gestores de fondos no consiguió batir al S&P 500 en este período. Cuando se analizan periodos más largos de tiempo, los resultados son catastróficos.

En los últimos 10 años, el 85% no ha batido el S&P 500, el 80% no ha superado los índices de compañías no estadounidenses, y casi el 80% tampoco lo ha hecho mejor que los índices de mercados emergentes.

Respecto a la inversión en renta fija, los resultados aún son más contundentes. Solo el 1% de los gestores activos han logrado mejorar el rendimiento del índice de referencia para estas inversiones en Estados Unidos, en un plazo de 10 años.

Por lo que respecta a la evolución este año de estos fondos, en torno el 91% tampoco ha logrado mejorar la actuación de sus índices de referencia, ya sea a nivel estadounidense como mundial.

¿Con estos datos, están justificadas las altas comisiones de los fondos de gestión activa? Nosotros lo tenemos claro. Estos fondos traen consigo comisiones entre el 1 y el 2.5% fijos y, algunos, incluso comisiones de éxito.

Siempre hemos pensado que lo mejor para uno mismo es gestionar su propio capital, no obstante, si uno no se atreve la gestión pasiva podría suponer una interesante opción.