En el mundo disruptivo en el que vivimos, donde surgen nuevas oportunidades y riesgos, el sector asegurador también tiene que adaptarse para sobrevivir.

Nuevos retos como la ciberdelincuencia suponen una amenaza para algunas empresas y una oportunidad para otras. Estos cambios, tanto específicos en algunas industrias como multisectoriales, se convierten en oportunidades para las aseguradoras.

Hoy en día, con cada vez más datos digitalizados por la mayor oferta de servicios y productos en línea, la protección de estos datos se vuelve de primera prioridad para las compañías. En este contexto, se crea una oportunidad para este sector para asegurar el riesgo de sufrir brechas de seguridad y robos de datos. Se cifra este potencial de mercado en 23 billones de dólares para 2025.

En el medio-largo plazo el cambio climático va a suponer un gran potencial para este sector. En la actualidad, el 90% de los costes ocasionados por desastres naturales se pueden atribuir a problemas relacionados con el clima. En los últimos 16 años, se han multiplicado por 5 estas pérdidas económicas. Aun así, aun se ve un potencial de este mercado para las agencias aseguradoras de unos 180 billones de dólares.

Se estima que el número de coches autónomos en carretera para 2025 será de 23 millones y el riesgo de colisión derivados de esta tecnología se prevé que crezca a un ritmo del 21% anualizado hasta la misma fecha. De este factor de riesgo, se deriva un crecimiento de 96 billones de dólares en el mercado de seguros automovilísticos.

Solo por estos factores, ya sea directamente con consumidores - negocio B2P- o entre empresas -negocio B2B-, las asegurados disponen de unas oportunidades de al menos, 300 billones de dólares para 2025.

Empresas punteras de este negocio podríamos mencionar a la americana Progressive Corp (NYSE:PGR) y las inglesas Admiral Group PLC (LSE:ADM) y Prudential PLC (LSE:PRU).