La disrupción tecnológica se basa en encontrar nuevas formas de crear valor para los negocios, optimizando sus operaciones e innovando.

En este contexto, tanto las empresas manufactureras como las compañías de servicios están acometiendo grandes inversiones para conseguir lo que conocemos como ''fábricas inteligentes'' o "plantas 4.0". En éstas se busca la máxima automatización y coordinación de todos los procesos productivos, desde el diseño de nuevos productos hasta la fabricación y la venta, pasando por la contabilización o los recursos humanos.

La existencia de estas soluciones tecnológicas únicas que son capaces de albergar todos estos procesos, dota a la empresa de una eficiencia muy alta respecto a sus competidores sin estas plataformas.

Este mercado, según analistas de Capgemini, ha estado creciendo los últimos años a ritmo de dos dígitos, llegando al tamaño, en la actualidad, de 4.400 millones de dólares y esperándose que siga creciendo a una tasa anualizada del 20% en los próximos cinco años. Esto supondría añadir en torno a los 2.000 millones de dólares al PIB Mundial.

Los primeros países en adopción de fábricas inteligentes son China, Japón y Alemania, seguidos de cerca por las economías de Estados Unidos, Corea del Sur y Francia.

Por eso, empresas como SAP Software Solutions (SAP.DE), que ofrecen una plataforma única integrando todas las áreas del negocio, han aumentado las ventas los últimos años y se prevé que éstas sigan creciendo. En concreto, los ingresos totales de SAP han crecido un 20% en los últimos tres años.