Las casas en las que vivimos van a cambiar mucho en los próximos años. Una gran parte de los sistemas tecnológicos que se están impulsando actualmente y que se desarrollarán en la nueva década tienen el foco puesto en el hogar inteligente, donde todos los dispositivos y accesorios estarán conectados entre sí a través de las redes.

De hecho, se prevé que en 2022, ya habrá conectados 50 mil millones de sensores y dispositivos de lo que se conoce como el Internet de las Cosas.

En este escenario, la domótica desempeña un papel fundamental, al aportar tecnologías destinadas a automatizar las viviendas y que se integran en los sistemas de seguridad, las comunicaciones, la gestión energética y el bienestar.

Así, por ejemplo, el año que viene ya será posible entrar en el garaje de casa sin accionar ningún dispositivo. Un sistema inteligente detectará la llegada de tu coche y abrirá la puerta automáticamente. Y lo mismo sucederá en breve con las cámaras de seguridad, el encendido de las luces de casa, el televisor o el termostato.

Es decir, se trata de crear un hogar inteligente que se anticipe a tus necesidades, una idea para la que trabajan, en parte, empresas como Honeywell (NYSE:HON), Verizon (NYSE: VZ), NAPCO Security Technologies (NASDAQ: NSSC) o ABB Ltd (NYSE:ABB).

Estas y otras compañías participan en el mercado de la domótica, el cual se estima que tendrá un crecimiento global de un 15% anualizado de aquí a 2027.

Solo en España, las ventas de sistemas de control y automatización aumentaron, en 2018, un 40% respecto al año anterior.

Pero la región donde más rápido está creciendo el mercado de la domótica es la de Asia Pacífico, donde el aumento de la urbanización y de las infraestructuras en los países emergentes representa una buena oportunidad para los desarrolladores de productos enfocados al hogar inteligente.

En esta región, el crecimiento previsto hasta 2027 se acerca al 20% anualizado, y los principales mercados son India, China, Japón, Corea del Sur y Australia.