Hace unos días, Google anunció en un artículo científico que había alcanzado la supremacía cuántica, un hito de la computación que llevaban tiempo intentando lograr las principales empresas tecnológicas del mundo.

A falta de confirmación oficial por parte de la compañía americana, de ser cierta la noticia, estaríamos en el comienzo de una nueva era de la informática, ya que supondría una revolución en la forma en que se procesa la información.

Al pasar del lenguaje binario- bits que representan unos o ceros- a los bits cuánticos o cúbits- capaces de representar unos y ceros al mismo tiempo- el número de situaciones que podría contemplar un ordenador se multiplica exponencialmente. Esto haría posible efectuar millones de operaciones al instante.

Así pues, el procesador cuántico podría realizar en tres minutos y 20 segundos un cálculo que al ordenador más avanzado en la actualidad, le llevaría aproximadamente 10.000 años. O, dicho de otro modo, un solo ordenador cuántico equivaldría a un número impensable de ordenadores convencionales.

Ya hay especialistas que comparan este hito informático con el primer vuelo de los hermanos Wright. Aparte de lo que esta revolución puede suponer para todo el sector de la industria informática, también permitiría avances impensables hasta la fecha y que serían muy útiles, por ejemplo, en el ejército y la ciberseguridad (desciframiento de criptografías, secretos militares, etc) , en el sector médico (estudio de estructuras moleculares complejas, nuevos tratamientos, etc) o en el logístico (mejor distribución de las mercancías).

Según el director de ingeniería de Google, Harmut Neven, la ansiada supremacía cuántica no se habría conseguido sin un algoritmo de cálculo de potencia desarrollado por el investigador español Benjamin Villalonga y su equipo en el Centro de Investigación Ames de la NASA.