A día de hoy, resulta muy difícil imaginar una empresa rentable que no se haya subido al carro de la digitalización, tanto en sus procesos productivos como en sus estrategias de marketing.

Pero más allá de la rentabilidad, la adaptación a la economía digital es una cuestión de supervivencia, no solo para las grandes empresas, sino también para las PYMES.

Así se desprende de un estudio reciente de PwC, en el que se ha encuestado a más de 2.443 compañías, entre las cuales figuran empresas familiares, startups y emprendedores.

El resultado revela que el 78% de las empresas españolas y un 65% de las empresas europeas entrevistadas considera "muy relevante" la digitalización para su supervivencia a largo plazo.

Por otro lado, las tres tecnologías más importantes para las empresas medianas europeas son, por este orden, el Internet de las Cosas , la robotización y la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, la importancia concedida por las PYMES a la digitalización no se corresponde con su nivel de inversión en la misma, ya que solo el 22% de las organizaciones encuestadas tiene previsto destinar, en los próximos años, más del 5% de sus inversiones a digitalizar sus procesos.

Como justificación a esta escasa inversión en las nuevas tecnologías, las empresas argumentan, principalmente, una restricción de costes.

Un sector refleja muy bien lo que puede significar quedarse atrás en la economía digital es el de la banca, donde solo sobreviven las entidades que han incorporado las fintech y las transacciones online como eje de su modelo de negocio.