Si nadie duda ya de que la innovación tecnológica es fundamental para el crecimiento de las empresas, también es conveniente recordar todo lo positivo que las nuevas tecnologías pueden aportar a las organizaciones sin ánimo de lucro para fines humanitarios.

Un ejemplo de ello son los diversos usos que permiten los drones. Hasta ahora, estos "robots voladores" se relacionaban con grandes compañías como Amazon o DHL, que hacen de ellos un uso comercial. Pero el pasado lunes, 17 de diciembre, la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia- UNICEF- fue un paso más allá y usó por primera vez drones para hacer llegar vacunas infantiles a una zona remota y de difícil acceso.

La ONG internacional consiguió vacunar así a trece niños y a cinco mujeres embarazadas de Vanuatu, un país del Pacífico Sur constituido por 80 islas montañosas, a las que, hasta la fecha, solo se podía acceder caminando durante varios días, lo cual complicaba el transporte de vacunas en las condiciones adecuadas.

En cambio, gracias al uso de estos drones de la compañía australiana Swoop Aero, las vacunas se transportaron en poco tiempo dentro de una caja acondicionada con hielo y sensores electrónicos, para monitorizar la temperatura en todo momento y garantizar así que llegaran en buen estado a su destino.

En total, los drones sobrevolaron 40 kilómetros de terreno montañoso para aterrizar a tan solo 2 metros del poblado de Cook´s Bay, donde una enfermera registrada se encargó de suministrar las vacunas.

El Ministerio de Salud de Vanuatu, que no dudó en firmar con UNICEF el primer contrato oficial para la entrega de vacunas con drones, ha manifestado su interés en seguir usando dichos robots tanto para este fin como también para entregar suministros y otro tipo de medicamentos a las áreas remotas que necesitan atención sanitaria.