En algunas estrategias de inversión, entrar o salir de una acción antes o después puede traducirse en grandes ganancias o pérdidas, en función del volumen. Esta sincronización requiere un acceso muy rápido a la información sobre el precio.

Dentro de poco, la rapidez de las transacciones bursátiles ya no se reducirá a un segundo ni a una décima o, incluso, a un microsegundo, como ocurre actualmente con el Trading de Alta Frecuencia, que representa un 50% de las operaciones que se realizan en la bolsas de Estados Unidos.

Gracias a una nueva tecnología que han creado conjuntamente científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y Google, en el futuro, será posible ejecutar operaciones en Nasdaq a una velocidad de un nanosegundo. Es decir, un espacio de tiempo mil millones de veces más breve que un segundo marcará la diferencia entre comprar o vender una acción a un precio u otro en el mercado de referencia para las empresas tecnológicas.

Esta nueva tecnología está ya en fase de pruebas. Algunos ingenieros de sistemas han empezado a testar el prototipo de un algoritmo con el que pretenden sincronizar una gran cantidad de ordenadores con esa precisión de un nanosegundo.

Además, el objetivo es que el sistema de Google y de la Universidad de Stanford funcione a escala global y evite que los operadores que trabajan desde fuera de EE.UU sigan viéndose perjudicados por el lapso que se produce desde que dan una orden de compra o de venta hasta que la misma se ejecuta realmente, con las consecuentes pérdidas para ellos.

Con el nuevo sistema, cada ordenador registrará la hora en la que se ha dado la orden y ésta se ejecutará inmediatamente. Por tanto, las transacciones se irán ejecutando por orden de entrada y así se podrá prevenir el front-running, es decir, los posibles intercambios de información privilegiada.