Los reguladores de los mercados financieros europeos ya venían avisando hace tiempo a los inversores minoristas sobre el alto riesgo de algunos productos habitualmente publicitados en Internet mediante reclamos engañosos.

Uno de esos productos son las opciones binarias, que equivalen a una apuesta al todo o nada, por lo que los inversores tan pronto pueden ganar el 100% de lo invertido como arruinarse de forma estrepitosa.

Las enormes pérdidas que se han registrado a causa de las opciones binarias han llevado a la Autoridad Europea de Valores y Mercados, ESMA, a prohibir la promoción, distribución o venta de este producto a inversores minoristas.

Algo similar ha ocurrido con los CFDs o Contratos por Diferencias, un instrumento de inversión derivado que permite realizar operaciones sobre los movimientos de los precios sin poseer el activo subyacente.

Después de que las autoridades competentes en diferentes países euopeos analizaran los CFDs y comprobaran que entre el 74% y el 89% de los inversores particulares perdían dinero con este producto, la ESMA ha impuesto una serie de restricciones. Una de ellas consiste en restringir el apalancamiento de las posiciones abiertas a una horquilla de 30:1 para los principales pares de divisas, de 10:1 si se trata de 'commodities' distintas del oro, de 5:1 para valores individuales y de 2:1 en el caso de criptomonedas.

También se han restringido los incentivos ofrecidos para negociar con CFDs y se han aprobado medidas de protección frente al saldo negativo, así como una alerta de riesgo estándar.

Según el presidente de la ESMA, Steven Maijoor, estas medidas "garantizan por primera vez que los inversores no puedan perder más dinero del invertido".